Un
reciente artículo que aparece en el sitio web Cubanet, trae a consideración el
tema de intrusismo profesional en la medicina. El tema se queda en un enfoque
de lo anecdótico y superficial, pero tiene algunas aristas que merecen
mencionase.
En
efecto, estudiantes de Medicina eran enviados a limpiar en los hospitales y
trabajar como auxiliares de enfermería cuando solo cursaban el primero y
segundo año de la carrera (1967-1968). No hay que sorprenderse de que los
estudiantes de 4to y 5to año fueron enviados a Nicaragua. En el año 1970 todos
los alumnos de la Carrera de Medicina del 3er año fuimos enviados como médicos a
trabajar, no solo en los campamentos cañeros, sino en postas médicas y policlínicos.
Todos los médicos internos, en el 6to año de la carrera trabajan como médicos sobre
todo en los servicios de emergencia y toman decisiones porque muchos de los médicos
residentes y especialistas no los apoyan. Siendo médicos, muchos especialistas
no aceptan trabajar en los servicios de urgencias en Cuba, precisamente porque consideran
que es intrusismo profesional, en tanto
que cumpliendo misiones internacionalistas si lo hacen. ¿Que los funcionarios
te pueden enviar a hacer otro trabajo y eso es intrusismo? Pues recuerdo que el
otrora director del Hospital Lenin (Holguín), Jorge Zaldívar de Zayas, el tristemente
célebre “tiburón sangriento’, fue
enviado a la campaña anti Aedes Aegyti en Marianao en tanto que el ex vicepresidente
Carlos Lage lo enviaron a lo mismo en el Policlínico de La Rampa. ¿Intrusismo profesional?
Aquí les dejo el artículo:
El
intrusismo profesional es el ejercicio de actividades profesionales por
personas no autorizadas para ello, lo que puede constituir delito.
Por: Raúl Lázaro Fonseca Díaz.*
Además de
pretender que galenos, enfermeras y técnicos limpien pisos y recojan basura, el
intrusismo profesional masivo se practica en los hospitales e institutos del
país.
Posiblemente
cuando el gobierno cubano envió decenas de estudiantes de 4to y 5to año para
que trabajaran como médicos en los años 80 a Nicaragua, se cometió el primer
caso de intrusismo profesional masivo en el campo de las Ciencias Médicas en
tiempos de paz. Los médicos nicaragüenses habían huido del castro sandinismo
por los bajos salarios y las malas condiciones de trabajo. Se conoce al menos
un estudiante cubano de medicina que ejerció como director del hospital de la
cabecera departamental de Matagalpa.
Todos los
integrantes de este grupo una vez terminado el 6to año de la carrera recibieron
dos títulos, el que otorga la Escuela de Ciencias Médicas de Cuba y el de la
Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN) FAREM-Matagalpa, creada en
1980.
El
intrusismo profesional es el ejercicio de actividades profesionales por
personas no autorizadas para ello, lo que puede constituir delito.
Debido a la
gran cantidad de pacientes ingresados en los hospitales cubanos por contraer
Dengue, Zika o Chikungunya, los directores de los mismos obligan a todos los
galenos a trabajar en las salas, aunque no sean especialistas de Medicina Interna,
con el pretexto de que antes de especializarse se graduaron como Médicos
Generales e Integrales (MGI), o como se les llama popularmente, Médicos de la
Familia, pero no es así. Muchos especialistas, luego de terminar sus seis
primeros años de estudios continuaron directamente especializados.
“Yo no recuerdo casi nada, y me enfrento en
las salas de ingreso a casos muy difíciles”, declaró una psiquiatra que
prefirió el anonimato por miedo a represalias, y agregó: “además eso crea también un serio problema demonológico”. Alergólogos,
endocrinos, nutricionistas, oftalmólogos, etc. se ven obligados a tratar casos
de pacientes que necesitan ser atendidos por un especialista de otra
especialidad.
La ética
profesional o deontología, ciencia de la moralidad, es una rama de la ética
cuyo propósito es establecer los deberes, obligaciones y éticas que tienen que
asumir quienes ejercen una determinada profesión, y de ello se ocuparía, entre
otras materias, el Colegio Médico de Cuba, destruido en agosto de 1959.
En estos
momentos existe el Consejo Nacional de Sociedades Científicas de Salud, con
objetivos bien diferentes en cuanto al Sindicato Nacional de Trabajadores de la
Salud, que no es más que un apéndice del Partido Comunista de Cuba y por tanto
no vela por la ética de ninguno de sus miembros.
Estas
situaciones no debieran suceder si los galenos mostraran sus contratos de
trabajo individual, pero, precisamente, basado en el desconocimiento de éstos
es que los directores de las instituciones de salubridad ordenan a su personal
lo que les viene en gana, o mejor lo que le ordenan de “arriba”.
“Yo conozco mi contrato de trabajo, pero el
director del policlínico me envía al frente de las brigadas de fumigación, pues
tiene el poder legal de situarnos en las tareas necesarias, incluso hasta
recoger basura o limpiar piso”, asegura un médico de familia, “y sólo cuando se declara el Estado de
Desastre por Epidemias los directivos pueden adoptar ese tipo de decisiones,
pero esto es Cuba, el gobierno hace con nosotros lo que les viene en gana, y violan
el derecho y la deontología médica”.
Se pensó que
con la gran cantidad de médicos que han arribado a la Isla, provenientes de
Brasil, Ecuador y Bolivia la situación mejoraría, pero no es así, pues el
gobierno cubano trata de enviarlos a otros países.
* Periodista independiente. Reside en La Habana, Cuba
Fuente: Cubanet
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