Por: Eloy A González.
El
Partido Médico de la Revolución se crea en agosto de 1959[1],
pero durante todo el “Año de la Liberación”,
se produjeron no pocos eventos que condujeron a enfrentamientos entre el
Colegio Médico Nacional de Cuba y las nuevas autoridades del país.
Un
entusiasmo envilecido por la victoria y una dedicación suicida a la naciente
revolución y sus líderes, fascinaba a la sociedad en su conjunto. Este extravío
colectivo aunado a los despropósitos de una dictadura, que se empleaba a fondo
en la represión y el autoritarismo, no permitía ver el alcance del peligro al
que la sociedad cubana se encaminada.
Fue
entonces que el emperadorcillo de nuevo cuño se le ocurre la idea de hacer un tour por las provincias orientales; un viaje de buena voluntad para echar a andar la
maquinaria propagandística. Un testigo excepcional señalaba sobre este viaje lo
siguiente:
El propio dictador invitaba a los dirigentes médicos
cubanos para que, conjuntamente con los dirigentes colegiales de enfermeras y
de maestros lo acompañasen en una misión de buena voluntad a la Sierra Maestra
para, desde el terreno, estudiar la forma de extender los servicios médicos y
educacionales a los guajiros de aquellas regiones.[2]
Es
interesante que, de los tres aviones que formaban esta caravana, uno de ellos fuera
un Constellation de las Líneas Aéreas
Chilenas (LAN) que había puesto a
disposición del gobierno revolucionario, en gesto de buena voluntad, el
presidente Eduardo Frei.
Un grupo
de los miembros del ejecutivo del Colegio Médico se incorporó al viaje, este
el de buena voluntad. Una
extensa descripción de este viaje a la Sierra Maestra y a Guantánamo puede leerse en el libro
arriba citado. [3]
El
primer conflicto entre el Colegio Médico Nacional de Cuba y el gobierno
revolucionario se produce por la defensa de los
principios de la inamovilidad médica; en esto acometió el entonces Ministro de
Salud, Julio Martínez Páez. Si bien es cierto que el Colegio Médico aceptó como causa de justificada
separación la colaboración en actos delictivos del médico durante la dictadura batistiana; la
organización colegiada exigió que se hiciese siguiendo un expediente
administrativo y con garantías al derecho de defensa. Los primeros que atacaron
los principios colegiales de la inamovilidad médica fueron la facción pro
comunista de los médicos que más se habían beneficiado de esta normativa que, a
pesar de los cambios políticos, les permitía mantenerse en sus puestos
administrativos y asistenciales. Los mismos que ahora depuraban en la Facultad de Medicina y en las
oficinas administrativas del gobierno hicieron uso de su derecho a la inamovilidad en tiempos de vendavales políticos que
no les eran favorables.
Es
cierto que el gobierno revolucionario
promovió leyes y dedicó recursos a la salud pública, pero esto no restó
protagonismo al Colegio Médico. Esta organización gremial de los médicos
cubanos en el año 1959 presentó al
Ministerio de Salud (Salubridad)
para su consideración y aprobación un grupo de proyectos de leyes como fueron: la
Ley de Asistencia Hospitalaria, la Ley de Medicina Industrial y la Ley de
Medicina Escolar. [4]
En este año
de confrontaciones se iniciaron las
campañas sanitarias, previamente coordinadas con la Oficina Sanitaria Panamericana, para la ejecución de los Programas de
Erradicación del Paludismo y de Control del Aedes aegypti. Por Decreto 709 del
23 de marzo de 1959 se establece la rebaja del precio de los medicamentos, en
un 15 % los de producción nacional y en un 20 % los extranjeros. En agosto son
incorporados todos los hospitales de los municipios, de organismos autónomos o
subvencionados por el Estado al Ministerio de Salubridad y Asistencia
Hospitalaria y se crea una comisión técnica asesora para la organización de los
hospitales. Se promulga la Ley No.100 de 23 de febrero de 1959 que crea el
Departamento de Asistencia Técnica, Material y Cultural al campesino;
antecedente de lo que sería el Servicio
Médico Social Rural que se establecería un año después. [5]
Constituido
el Partido Médico de la Revolución y teniendo por delante las elecciones del Colegio
Médico Nacional previas a su Asamblea general en diciembre próximo; los médicos
cubanos, conscientes de que un grupúsculo procastrista amenazaba con el control
de esta organización gremial, consideraron oportuno aunar esfuerzo entre los
distintos grupos que formaban esta organización.
Los
líderes del Colegio Médico sabían que si no se unían podían perder las
elecciones e ir debilitados a la asamblea; acordaron acercarse a los dirigentes de otros
grupos dentro del gremio para analizar las amenazas y hostilidad del nuevo gobierno
autoritario y sus compinches. Esto dice uno de los gestores:
Del análisis
de esas condiciones surgió la necesidad de llevar a cabo una coalición de los
partidos “Acción Inmediata” y “Unidad Federativa” los cuales, poniendo a un
lado las diferencias de filosofía política colegial, se dispusieron de este a
modo a ofrecer un frente solido en defensa de los médicos cubanos y de las
organizaciones colegiales. Esta coalición política tuvo lugar alrededor de octubre de 1959. Una
gestión similar acerca del partido médico colegial “Reivindicación Medica’
fracaso con posterioridad”. [6]
Estaba
dada una correlación de fuerzas que en apariencia favorecía a la organización
colegiada de los médicos cubanos frente a los oscuros propósitos del Partido Médico
de la Revolución que se afincaba en el apoyo de la dictadura, el autoritarismo
y la represión. Recordemos que frente al Castro comunismo, usted puede disponer
de los argumentos más sólidos, los principios más sustentables y los votos…, pero
si tiene usted que enfrentar el poder, las armas, la policía política y una
represión creciente, de nada sirven los votos. Desde la instauración del proceso revolucionario cubano en el año
1959, los opositores que eran señalados como
batistianos y/o contrarrevolucionarios eran juzgados en
Tribunales Populares, condenados, y frecuentemente fusilados sin miramientos.
Los integrantes del Partido Médico de la Revolución desde una
posición de fuerza y utilizando todo tipo de argucias trataron de ganar unas
elecciones que le permitirían controlar una mayoría de delegados a la Asamblea
Médica Nacional a celebrase en diciembre de 1959 en Santiago de Cuba; allí
serian electos el Presidente y la mitad del ejecutivo del Colegio Médico
Nacional.
A pesar de que el Colegio Médico Nacional fue
debilitado porque no había logrado incorporar a la coalición al grupo “Reivindicación Médica” y enfrentaban a
una coalición pro castrista arrogante y perversa; éstos no lograron imponerse.
Debo
aclarar en este punto que este grupo denominado “Reivindicación Médica” no estoy seguro de que representaba una
buena parte de los médicos cubanos que, dentro del Colegio Médico, se agruparon
en el año 1954 como “Renovación Médica”
bajo el liderazgo del doctor Arturo Aballí , hijo; aunque bajo la tutela ideológica
del doctor Gustavo Aldereguía, conocido comunista redomado.
Los
miembros de la claque procastrista se atrevieron a sacar de prisión
a un médico batistiano acusado y
condenado para que votara. Extorsionaron al doctor Álvarez Torvo quien, en un
giro dramático, renuncia y califica públicamente de contrarrevolucionarios a los miembros del ejecutivo del Colegio Médico.
Había sido citado al campamento militar de Columbia donde los doctores
Fernández Adán y Machado Ventura lo amenazaron con ser destituido y encarcelado
por contrarrevolucionario, fue
entonces que firmó un documento que más tarde fue entregado a la prensa.
Las
elecciones más importantes serían las del Colegio Médico de La Habana que
representaba más de la mitad de los miembros colegiados. Incluyo aquí los datos
de estas votaciones por considerar de mayor interés en lo que sería el desarrollo de la Asamblea Médica
Nacional que se celebraría días después. Los datos aparecen en el libro citado:
El número de electores alcanzó la cifra de 2 223
votantes. Los partidos coaligados “Acción Inmediata” y Unidad federativa
obtuvieron 1 135 candidaturas completas; el Partido Médico de la Revolución,
836 y el Partido “Reivindicación Médica” logro 96. Como el resultado de esas elecciones
fue elegido el presidente del Colegio Médico de la Habana el doctor Fidel
Aguirre Medrano, vicepresidente el doctor Bernabé Ordaz y tesorero el doctor
Jorge Beato Núñez.
En relación a los delegados electos para la Asamblea
Nacional que se llevaría a efecto en
Santiago de Cuba en la fecha próxima del 20 de diciembre, y que decidirían en
esa Asamblea buena parte de liderazgo de la organización gremial la distribución del número de delgados quedo
así: Partido “Acción Inmediata”: 95 delegados, “Partido Medico de la Revolución”:
92 delegados, Partido “Unidad Federativa”: 29 delegados y Partido “Reivindicación
Medica”: 10 delegados. Como los partidos “Acción Inmediata” y “Unión Federativa” fueron
coaligados a los comicios, suman entre ambos 124 delegados teniendo por tanto
la mayoría. [7]
En una opinión
del Dr. Amado Ledo quien era miembro del comité ejecutivo del Colegio Médico
Nacional de Cuba señalaba, en relación a esta etapa, lo siguiente:
…. La
falta de determinación política frente a tan grave situación de los destacados
presidentes de fraternidades médicas, quienes habiendo sido convocados para
requerir de ellos toda una ayuda en defensa de las instituciones colegiales en
tan crítica situación, se excusaron de hacerlo porque: “a esto le han dado
una lechada roja y ya no se puede hacer nada”. [8]
Observemos
que tan temprano como en el año 1959, en una prestigiosa organización profesional como lo
era el Colegio Médico Nacional de Cuba y contando con circunstancias favorables al
tener una mayoría de médicos colegiados, que no se inclinaba ante la
enaltecida dictadura Castro comunista; ya el desaliento minaba el ánimo provocando
ese efecto devastador en las conciencias cuando un régimen totalitario toma por
asalto al individuo y la sociedad.
La apreciación
de que el comunismo (la lechada roja)
había llegado y que ya no se podía hacer nada, establece el mecanismo que se ha
dado en llamar: “de indefensión aprendida
o no se puede hacer nada”[9] . Solo
que en el caso que nos ocupa no fue producto de una exposición continua y prolongada
a las políticas de un sistema totalitario. Era muy prematuro y apenas estaba la
sociedad superando el primer año de dictadura como para que el desánimo y la
aceptación se produjeran.
No había
asumido el liderazgo de la nación un gobierno con todos, porque su
intención era y fue la instauración de un régimen totalitario de corte
estalinista. Estableciéndose la dictadura, los teóricos de esta consideraron
que el proceso revolucionario cubano se
enmarcaba en su evolución, en dos periodos fundamentales[10]. El
primero, un periodo democrático (¡?) , popular, agrario y antiimperialista; que
fue en el tiempo que nos ocupa estos
eventos que hoy tratamos : desde enero
de 1959 hasta octubre del 1960 . Después vendría un segundo periodo de construcción
del Socialismo, donde aún estamos. Lo primero que se hizo de inmediato y así aseguran fue: iniciar la destrucción del
aparato estatal y social burgués. Toda la estructura de la sociedad civil cubana
fue objetivo del totalitarismo que se establecía
y que no era sujeto a cambio alguno, como bien sabemos, después de casi seis décadas.
El más
perfecto estado de indefensión es aquél que conlleva la renuncia al intento
mismo del cambio; temprano, tal vez demasiado, un sector de la sociedad cubana
como eran los médicos, entendieron que
aquello se pintaba de rojo… y que nada podía hacerse.
Faltaba
lo mejor, en realidad lo peor; los eventos que sobrevendrían días después en la
Asamblea Médica Nacional de diciembre del
1959.
©2018
[1] González, E. A. (2018, February 12). El Partido
Médico de la Revolución. Retrieved March 6, 2018, from http://medicinacubana.blogspot.com/2018/02/el-partido-medico-de-la-revolucion.html
[2] Amado Ledo, E. (1974). El Colegio
Médico Nacional de Cuba y la Revolución Castro Comunista (I ed.). Caracas,
Venezuela: Hildo Folgar.
[3] Ibíd., p. 43-50
[4] Ibíd., p. 59
[5] Infomed. (1996). Retrieved
from Biblioteca Virtual de Salud, Cuba:
http://bvs.sld.cu/revistas/his/vol_1_96/his12196.htm
[6] Amado-Ledo, E, Op.cit., p.62
[7] Amado-Ledo, E, Op. cit., p. 65-66
[8] Ibid,p.67
[9] (Material de trabajo que
sirvió para un encuentro de presbíteros de las diócesis de Santiago de Cuba,
Holguín, Bayamo-Manzanillo y Guantánamo, 1999) . Cuba su pueblo y su Iglesia de cara al tercer
milenio. http://www.cubanet.org/htdocs/ref/dis/092799.htm
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