El bebé necesita un SOS
Por: Daudy Hermelo Lago.*
Al parecer no se ha terminado todavía la generación “Y”,
que ha estado presente en la forma de nombrar tanto a hombres como a mujeres,
desde la década del 70 del siglo pasado en adelante. Es una avalancha de
personas cuyos nombres comienzan con esta letra; y si quiere confirmarlo puede
ver un partido de pelota nacional, donde un gran número de los jugadores tienen
nombres que comienzan con “Y”.
Ese es el caso de la joven Yasmary Pérez Pérez, de 19
años de edad vecina de la localidad “El Avioncito” ubicada entre la Avenida
Borrego y el Km 1 ½ de la Carretera la autopista del municipio cabecera de
Pinar del Río.
Esta joven dio a luz un bebé el pasado día 16 de agosto
llamado Yankiel Calzada Pérez –también con “y”- el cual por desgracia y de
forma inesperada nació con “Atresia
Esofágica” y además con un soplo en el corazón, por tal motivo, a la semana
siguiente, este niñito fue sometido a una intervención quirúrgica, pero no tuvo
éxito.
Yasmary Pérez con su hijo Yankiel
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Con posterioridad fue operado dos veces más, el último
día del mes de agosto y el 3 de setiembre; quedando esta última vez con una “sonda nasogástrica” en su estómago para
poder pasar el alimento cada tres horas y también con una “traqueoscopia”, lo que significa que el estado de salud del bebé es
muy delicado y requiere de una esmerada atención y muchos cuidados especiales
para su estabilidad y evolución.
Ello hace que sea necesario trasladarlo al Hospital
Pediátrico Provincial Pepe Portilla, para cambiarle la sonda nasogástrica, lo
que la mayoría de las veces se dificulta debido que el levine que lleva este
procedimiento es el 18 y por encontrarse en falta, le tienen que colocar uno
del número 22 que es para mayores y no para niños y mucho menos de tres meses.
Habría que adicionar la mala calidad que tienen estos aditamentos.
Esta familia vive a más de 7 km del hospital y no cuentan
con un transporte para acudir allí de inmediato, porque el niño -en reiteradas
ocasiones- se queda ahogado debido a unas flemas que se le acumulan y para ella
es muy difícil salir con rapidez para evitar una complicación mayor.
La muchacha en el período de su embarazo debutó con
hipertensión arterial, sumándole que es asmática, lo que requiere de varios
medicamentos que tiene que comprar todos los meses y explica que no le alcanza
lo que le pagan por la licencia de maternidad que son 200 pesos cup y 8 CUC, el
equivalente a unos 16 dólares mensuales.
Ella vive con su bebé en un cuarto de 4 x 4 que le cedió
su abuela; su esposo se encuentra sancionado y recluido en una prisión, por lo
que no puede ayudar a la economía de la casa, que además no tiene las
condiciones necesarias para ser habitada. Entre otros problemas porque no tiene
agua potable y el techo es de fibra oscura y se moja; pero por ser muy bajito,
el calor es mucho, lo que también afecta al niño; a lo que hay que adicionar la
mala higiene de los alrededores.
El régimen no da la opción de comprar módulos de cocción
a los nuevos núcleos, motivo por el cual no tiene algún equipo de cocina y
tampoco un refrigerador para poder guardar los alimentos; y en específico la
leche del niño, que con su situación de salud le es tan necesaria. Tampoco
puede molestar a un vecino para que le haga el favor de mantenérsela en el
frío, porque el alimento es cada 3 horas, además de que se sentiría preocupada
de que fuera seguro que en otro lugar le mantuviera todo el cuidado del que
requiere.
Esta desesperada mamá en reiteradas ocasiones se ha
quejado al Gobierno y al Partido en sus instancias municipales para solicitar
que la ayuden en su problema; le han dicho que la van a visitar, pero hasta el
momento solo se ha quedado en palabras y ya lleva esperando dos meses. Explicó
de forma textual lo siguiente: “En una
visita que hice a “Ritica” la jefa del Departamento de Atención a la Población
en el Gobierno Municipal, me dijo que le pidiera a mi abuela que me donara la
placa de la sala y el cuarto para ellos darme materiales y construir mi casa,
le contesté: se ve bien que ustedes no saben en qué condiciones esta esa placa,
ni el tamaño que tiene pues es de una sola habitación y es imposible poder
construir”.
“Cada día que pasa
empeora más mis condiciones de vida y la salud de mi niño se agrava; cada vez
que se me queda ahogado tengo el temor de no poder llegar a tiempo al hospital
y también me preocupo cuando hay que cambiarle la sonda nasogástrica, no solo
porque no hay la que el lleva; sino porque la que le ponen no es de silicona”.
Como madre, ella ha pedido que le sea concedido ver
crecer a su hijo, y solo se materializaría si le dieran el amparo que necesita
lo antes posible. Al niño hay que someterlo a otra operación, y no cuenta con
las condiciones mínimas para darle el cuidado necesario. Siempre recalcó que su
deseo no fue tener un niño con problemas, pero que es su hijo y Dios así lo
quiso.
La propaganda constante –que hace el régimen por los
medios- de las situaciones de enfermedades y mala vida de los niños en
distintos lugares del mundo, podría contener los casos de nuestro país, que son
equivalentes. ¡Claro! Siempre la culpa la tendría “el bloqueo”
Pinar del Río, 17 de noviembre de 2016
*Comunicador independiente de la Red cubana de comunicadores comunitarios.
E mail: mbrcnuevocorreo@gmail.com, Teléfono:
52486892.
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