Por Dr. Eduardo Herrera.*
El Hospital Universitario General Calixto García
Íñiguez, presenta un número considerable de pacientes que esperan por ser
operados. La falta de anestesistas es una de las causas fundamentales por las
que se posponen tales operaciones, tanto en este hospital como en muchos otros
de la capital.
Con la salida del país de miles de especialistas, a
través de las llamadas “misiones” o por asuntos personales, en los últimos años
la anestesiología ha sufrido uno de los mayores índices de merma entre todas
las especialidades.
A pesar de las medidas implementadas, que se
encaminan a acortar programas de estudio y a otorgar más plazas que las
habituales, esta especialidad se ha mantenido exigua.
En medio de este panorama, pacientes con patologías
como el Cáncer, para los cuales -por razones obvias- el tiempo de espera no
debería dilatarse, aguardan ingresados o en sus hogares para que los
intervengan quirúrgicamente.
Una
mujer lesionada en un brazo sale del Hospital Universitario. Foto/HP
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Tal es el caso de Arnaldo Ramos, que sufre de una
lesión en la boca desde hace más de dos meses. Esta lesión requiere de
tratamiento quirúrgico casi inmediato.
Ramos, ex recluso político del grupo de los 75,
agradece a los médicos el interés y la disposición por atenderlo, pero le
preocupa que su operación, programada para el pasado 22 de diciembre, haya sido
pospuesta. Uno de los médicos que lo atienden nos informó acerca de la crítica
situación con respecto a los casos en espera.
También conocemos las quejas que familiares han
presentado a la dirección del Centro, a causa de otras operaciones que no se
han efectuado.
Incluso uno de los pacientes, cuya operación estaba
programada para el pasado 22 de diciembre, y que quedara suspendida, obtuvo un
turno no habitual para el día posterior, como resultado de una firme denuncia
ante la dirección del hospital.
Situaciones como esta, basadas en los derechos que
tienen las personas a una atención médica a tiempo y adecuada, suceden
esporádicamente. Mientras, un gran número de ciudadanos se mantienen callados y
sin realizar reclamos.
Así pasa inadvertido el maltrato a que están
sometidos los necesitados de estos servicios, en un país que envía médicos para
satisfacer las necesidades de los otros.
*El Dr. Eduardo E. Herrera Duran. Es Médico
especialista en Cirugía, reside en Cuba y trabaja en el Hospital General
Docente “Calixto García” en La Habana, Cuba. Se desempeña como comunicador
independiente y colabora de manera regular con el Centro de Información Hablemos Press.
Fuente: Hablemos
Press
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