En
los años vividos en Revolución, hemos visto en más de una ocasión, actos
conducidos por médicos cubanos que atentan contra la dignidad humana. Han sido
y son casos aislados. La irrupción de la Revolución, los organismos represivos
asociados con esta y el menoscabo de la autoridad de los médicos ha traído no
pocos casos de conductas inhumanas que socaban el buen ejercicio de la práctica
médica. Ha habido y hay un quebrantamiento de la ética profesional condicionada
por una ideológica que satura toda la vida nacional y también el ejercicio de
la profesión. Las conductas represivas, la ideológica totalitaria y el control
total del estado en el quehacer del médico, hacen de este un sujeto del desempeño de una dictadura que
entorpece los rasgos más distintivos de una profesión que por encima de todo
debe ser honorable.
En
este y otros post incluiré textos que definen la conducta de los médicos cubanos
y que por si se explican.
Nueva Versión del Juramento Hipocrático*
La
ii Asamblea General de la Asociación Médica Mundial, que se reunió en la ciudad
de Ginebra del 8 al 11 de septiembre del corriente año (1948), considerando que
los actos inhumanos perpetrados por algunos médicos durante estos últimos años
implican un desconocimiento o un lamentable quebrantamiento de la ética
profesional y que urge restablecer a éstas en toda su dignidad, aconsejó que
los médicos presten, al recibir sus diplomas, un juramento hipocrático
modernizado. Esta medida tiende a fijar en la mente de los médicos noveles los
principios fundamentales que deben regir su conducta.
La
versión moderna del juramento hipocrático adoptada, deberá ser denominada, de
acuerdo a una decisión de la misma asamblea, Juramento de Hipócrates, fórmula
de Ginebra.
Los
textos oficiales fueron redactados en francés e inglés. Damos aquí una versión
castellana de los mismos.
Manuscrito bizantino del siglo XI en el que
está
escrito el Juramento hipocrático en forma de cruz.
Biblioteca Vaticana.
|
Juramento de Hipócrates
Fórmula de Ginebra
"En
el momento de ser admitido entre los miembros de la profesión médica, me
comprometo solemnemente a consagrar mi vida al servicio de la humanidad.
Conservaré a mis maestros el respeto y el reconocimiento a que son acreedores.
Desempeñaré mi arte con conciencia y dignidad. La salud y la vida de mi enfermo
será la primera de mis preocupaciones. Respetaré el secreto de quien haya
confiado en mí. Mantendré en toda la medida de mis medios, el honor y las
nobles tradiciones de la profesión médica. Mis colegas serán mis hermanos. No
permitiré que entre mi deber y mi enfermo vengan a interponerse consideraciones
de religión, de nacionalidad, de raza, de partido o de clase. Tendré absoluto
respeto por la vida humana, desde su concepción. Aún bajo amenazas no admitiré
utilizar mis conocimientos médicos contra las leyes de la humanidad. Hago estas
promesas solemnemente, libremente, por mi honor"
LA PROMESA DEL MÉDICO **
Una
de las resoluciones tomadas en la asamblea de la Asociación Médica Mundial,
celebrada en Ginebra (Suiza), en septiembre de 1948, fue adoptar una
declaración formal, con objeto de que fuera ratificada por el facultativo, en
el momento de obtener el título profesional. Lamentablemente, en muchas
Facultades de Medicina ha caído en desuso, o se ha convertido en mera fórmula,
la antigua costumbre de pedir el Juramento de Hipócrates a los recién graduados;
en consecuencia, y, por constituir ésta un factor de ética profesional, la
Asociación Médica Mundial manifiesta que la restauración del Juramento de
Hipócrates, o bien su substitución por otra promesa más apropiada a los tiempos
actuales, contribuiría a inculcar en el médico novel, los principios
fundamentales de la ética profesional. Al respecto, la declaración propuesta
por la Asociación Médica Mundial -que copiamos a continuación -ha sido aceptada
por "L Ordre des Médicins de France", la "Canadian Medical
Asociation", y diversas Escuelas de Medicina y organizaciones médicas de
todo el mundo. La declaración es conocida actualmente como "La Declaración
de Ginebra", "El Juramento del médico", y "La Consagración
del Médico a su Profesión"; empero, hasta la fecha no se ha decidido
todavía la denominación oficial que deberá ostentar. He aquí el texto de la
declaración:
·
Prometo solemnemente consagrar mi vida al servicio
de la humanidad;
·
Otorgar a mis maestros el respeto y la gratitud que
merecen;
·
Ejercer mi profesión dignamente y a conciencia;
·
Velar solícitamente, y ante todo, por la salud de mi
paciente;
·
Guardar y respetar el secreto profesional;
·
Mantener incólume, por todos los medios a mi
alcance, el honor y las nobles tradiciones de la profesión médica;
·
Considerar como hermanos a mis colegas;
·
Hacer caso omiso de credos políticos y religiosos,
nacionalidades, razas, rangos sociales y económicos, evitando que se
interpongan entre mis servicios profesionales y mi paciente;
·
Mantener sumo respeto por la vida humana, desde el
momento mismo de la concepción; y no utilizar -ni incluso por amenaza- mis
conocimientos médicos para contravenir las leyes de la humanidad.
·
Solemne y espontáneamente, bajo mi palabra de honor,
prometo cumplir lo antedicho.
*Copia
sin referencia bibliográfica en Archivo de la Oficina del Historiador del
Ministerio de Salud Pública.
**
Conferencia sin referencia bibliográfica en Archivos de la Oficina del
Historiador del Ministerio de Salud Pública.
Nueva Versión del Juramento Hipocrático. ii Asamblea
General de la Asociación Médica Mundial. Ginebra del 8 al 11 de septiembre del1948,
copia sin referencia bibliográfica en Archivo de la Oficina del Historiador del
Ministerio de Salud Pública. La Habana, Cuba. Consultado: 3/5/2015. Disponible
en: http://bvs.sld.cu/revistas/his/cua_87/cua1287.htm
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