Aparece
en el sitio web de temas cubanos, Cubanet, un artículo que aborda el tema de
los médicos cubanos que se establecen en el exterior, ya sea porque dejaron las
misiones en las que participaban o que recibieron un permiso de salida y por
alguna razón regresan a la isla. Lo cierto es que sus títulos son inhabilitados.
El periodista independiente hace un excelente trabajo de investigación y nos
ofrece un artículo muy convincente. Siempre he considerado que los médicos cubanos
en el exterior cualquiera que sea su condición y formas por las cuales salieron
de Cuba son considerados por el régimen como desertores, y a estos los trata
como traidores. Hace algún tiempo en este Blog escribimos un artículo sobre el
tema con el título: Médicos
repugnantes y dañinos a la Revolución, que usted puede encontrar en la red.
A continuación incluimos el artículo de Quiñones Haces por su valor
testimonial:
Cuba destierra a sus médicos.
En
estos días una comisión de la Dirección Provincial de Salud en Guantánamo, por
indicaciones del Ministerio del sector, está visitando los hogares donde
residen familiares de los médicos que han optado por establecerse en el extranjero
para comunicarles mediante un documento fotocopiado, sin cuño oficial y firmado
por Benavides Enrique Pupo Durán, Presidente de la Comisión Provincial, que se
ha decidido solicitar su inhabilitación para que no puedan ejercer la medicina
en Cuba. Las fuentes consultadas permanecen en el anonimato.
Obviamente
dicha determinación no afectará a los galenos y demás profesionales de la salud
que han logrado revalidar sus títulos y están ejerciendo su profesión en otros
países, pero indudablemente perjudicará a quienes no lo han hecho aún y
necesiten solicitar documentos a las autoridades cubanas para poder ejercer en
el extranjero. También perjudicará a quienes han salido para trabajar y desean
regresar antes de los dos años con una suma de dinero que aquí no lograrán
obtener ni en 20 años de trabajo.
¿Por qué es
ilegal esta decisión?
La
lógica indica que si un gobierno proclama una Constitución, se erija en su
principal guardián y que su poder ejecutivo sea el que más la respete. Pero esa
lógica funciona en los países normales, no en Cuba.
Este
proceder es, ante todo, una violación del artículo 13 de la Declaración
Universal de los Derechos Humanos, que expresa que toda persona tiene el
derecho a salir de cualquier país, incluso del propio, y regresar a él. Al
ejecutar esta acción en contra de los médicos y otros profesionales de la
medicina que han decidido radicarse en otro país, se realiza una acción
arbitraria que perjudica a dichas personas por el mero hecho de ejercitar un
derecho, reconocido universalmente.
Notificacion (Foto del autor) |
Es
ilegal, además, porque las disposiciones que se alegan para justificar este
proceder, la Resolución No.43 y la Indicación 2, ambas del Ministerio del
Trabajo y referidas a las relaciones laborales aplicables a los trabajadores
que solicitan viajar al exterior por asuntos particulares-según afirma el
mencionado documento-, están siendo aplicadas a los galenos que optaron por
radicarse en otro país al regreso del cumplimiento de misiones de trabajo o al
abandonarlas, casos que, obviamente, no guardan relación con las mencionadas
normas.
Y
también es ilegal porque las disposiciones señaladas, así como la Resolución
No. 282, también mencionada por el documento pero sin especificar el ministerio
que la dictó, no pueden aplicarse de forma retroactiva como ha ocurrido en el
caso conocido por este periodista, correspondiente a un médico que al regreso
de su misión de trabajo en el 2006 optó por quedarse en el extranjero y cuya
identidad no ofrecemos por petición expresa de su familia.
Cuando
ese médico tomó tal decisión las mencionadas disposiciones no existían, sin
embargo ahora se las aplican con carácter retroactivo, algo que prohíbe el
artículo 61 de la Constitución de la República.
En
Cuba sólo las leyes penales tienen carácter retroactivo y eso ocurre cuando su
aplicación sea favorable a los encausados o sancionados. Fuera de este caso la
aplicación retroactiva de normas civiles, laborales o administrativas, como son
las mencionadas anteriormente, son inconstitucionales.
No hay peor
ciego que el que no quiere ver
Se
trata de otro intento arbitrario, uno más, para tratar de impedir el éxodo
masivo de los profesionales de la salud. Si el gobierno cubano quisiera
eliminar este problema trabajaría directamente y con inmediatez sobre las
causas que provocan tal estampida de galenos y que no es privativa de dicho
sector porque abarca a todos los grupos etarios y esferas de nuestra sociedad.
Si
el gobierno deseara realmente solucionar este problema y otros que azotan al
pueblo, debería abandonar su estéril manía de tratar de resolverlo todo con
imposiciones y estar atento a los reclamos de los cubanos. Debería analizar con
seriedad por qué tantos compatriotas optan por irse y por qué tal estampida de
profesionales de la salud no ocurre en otros países.
Pero
el gobierno cubano actúa como los tres monos sabios: no quiere escuchar lo que
realmente quiere el pueblo, no quiere ver sus sufrimientos ni la apatía que
corroe hasta a los militantes del partido y no quiere decir la verdad de por qué
suceden estas barbaridades en la Isla.
* Es Licenciado en Derecho. En 1999 fue sancionado
de forma injusta e ilegal a ocho años de privación de libertad y desde entonces
se le prohíbe ejercer como abogado. Ha publicado los poemarios “La fuga del
ciervo”, “Escrito desde la cárcel”, “Los apriscos del alba” y “El agua de la vida”. Obtuvo el Gran Premio
Vitral de Poesía en el 2001 con su libro “Escrito desde la cárcel” así como
Mención y Reconocimiento Especial del Jurado del Concurso Internacional Nósside
de Poesía en 2006 y 2008 respectivamente. Poemas suyos aparecen en la Antología
de la UNEAC de 1994, en la Antología del Concurso Nósside del 2006 y en la
selección de décimas “Esta cárcel de aire puro”, realizada por Waldo González
en el 2009.
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