Hoy aparece en la red el anunciado diario digital que edita la
conocida bloguera cubana, Yoani Sánchez. Nos alegra esta iniciativa como nos
alegra cualquier gesto o iniciativa que rompa el bloqueo a la información de la
dictadura Castro comunista.
En esta primera entrega aparece un material sobre la salud en Cuba que
incluimos a continuación aunque consideramos que es una información que ya apareció
en la red.
Sobre las argumentaciones y críticas a la aparición de este medio de información,
señalamos que a escasas horas de su aparición el sitio fue hackeado y bloqueado
en Cuba.
A continuación la información sobre salud en Cuba.
Con más de
ocho mil millones de dólares al año, la exportación de personal sanitario es la
primera fuente de ingresos para la isla.
No es el turismo ni el azúcar, ni ninguna otra materia prima. En Cuba,
la medicina es moneda de cambio para conseguir materias primas, sobre todo
petróleo venezolano. Es también la principal bandera de la Revolución y del
Gobierno, empeñado en borrar de la Historia que ya antes de 1959 el sistema
sanitario gozaba de unos índices de calidad muy superiores a los del resto del continente.
“Suman más
de 50.000 nuestros colaboradores en 66 países, pero ello no afecta la cobertura
médica del pueblo", aseguraba Roberto Morales Ojeda, ministro de Salud
Pública, el pasado mes de marzo. Negaba así las informaciones aparecidas en
varios medios independientes que cuestionaban los programas de exportación de
profesionales de la salud en perjuicio de los cubanos. Según el portal
martinoticias.com, un facultativo que, antes atendía a 120 familias, tiene
ahora el doble. Cubanet.org relata el caso del Hospital Infantil La Balear, en
cuya sala de terapia intensiva (donde se hallan los enfermos más graves) solo
había una doctora.
“Aunque Cuba
es uno de los países con mayor cantidad de médicos per cápita, alrededor de 76
mil en total, un significativo porciento de consultas y servicios médicos no
funcionan por falta de personal, como resultado de la exportación masiva de
profesionales y recursos médicos, enviados para las llamadas misiones
internacionalistas.” Con este párrafo arranca un informe del médico exiliado
Darsi Ferrer, publicado el pasado año bajo el título “La salud en Cuba: Mitos y
realidades”.
El texto se
anticipaba al escándalo que está provocando, en los últimos meses la presencia
cubana en el programa Mais Medicos, promovido por la presidenta Dilma Rousseff,
para importar un total de 15.000 médicos extranjeros a Brasil, de los que 4.000
proceden de la Isla. Los problemas han sido casi constantes desde la llegada
del primer grupo, formado por 400 facultativos, acusados de comportarse como
“esclavos” por sus colegas. Los médicos extranjeros que participan en el
programa cobran un salario aproximado de 4300 dólares, pero los cubanos,
reciben apenas 1000 dólares, ya que el Gobierno de la Isla se queda con la
diferencia.
A raíz de
las deserciones en las filas de los médicos cubanos, que denunciaron el trato
desigual, Brasilia tuvo que renegociar con La Habana para aumentarles el
salario hasta los 1.125 dólares. A pesar de todo, son miles los médicos que se
embarcan en “misiones internacionales” por la mejora salarial que representa
respecto a permanecer en Cuba.
Los enormes
subsidios de la época soviética permitieron el fuerte desarrollo del sector
sanitario cubano, desde los equipos tecnológicos a la formación de sus
profesionales. Se lograron entonces algunos avances históricos –como la
erradicación de la poliomielitis o la reducción de muertes por tuberculosis-
como señala Darsi Ferrer. El Gobierno cubano comienza a exportar médicos en
1970, con las llamadas “misiones
internacionales”. Guerras, terremotos, epidemias… la Isla se convirtió en
proveedor de galenos a cambio de materias primas escasas y divisas. Un proceso
acelerado en los últimos años con la masiva exportación a Venezuela y ahora a
Brasil.
“Aun con
todos los galenos que tenemos en el exterior, seguimos contando con una de las
tasas más altas de médicos por habitantes en el mundo” asegura el ministro de
Salud Pública. Pero los cubanos de a pie siguen preguntándose por qué cada día
su sanidad está más deteriorada y en sus consultorios de barrio faltan los
médicos que el Gobierno comercializa en el mercado internacional.
Fuente: 14Ymedio
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