sábado, enero 11, 2014

Un decepcionante regalo de fin de año.

Un decepcionante regalo de fin de año es una nota escrita en Cuba por un cooperante que cumplió misión internacionalista en Angola, no como militar, sino como cooperante civil adscrito a la corporación ANTEX que es una sociedad anónima del gobierno cubano que gestiona los negocios
Moskvich 2141
con la Republica de Angola. Lo que sorprende al profesional cubano es la noticia de la venta de autos en Cuba, sin control por el estado lo que hace que los mecanismos de entrega y autorización establecidos por el gobierno no son válidos y por lo tanto los precios anteriores, mucho más económicos, desaparecen para dar paso a un mercado libre, para todos. En entonces que los que esperaban la adjudicación y permiso para comprar un auto ahora pueden hacerlo como cualquier cubano…, si tienen los euros para pagar precios exorbitantes.
Esto me resulta conocido. En el 1989 se estableció por el gobierno no entregar más autorización de compras de un auto (Lada o Moskovich)  a los médicos internacionalistas que llegaban. Las últimas documentos fueron aceptados entre 1988 y principios del 1989; los que lo hicieron por esas fechas recibieron el auto en el 1990 y fueron los últimos. Muchos médicos internacionalistas que cumplieron sus misiones no tuvieron derecho a comprar el autor mientras que otros sí..., la diferencia era de unos días en ocasiones.
Este es el testimonio de un cooperante cubano en Angola que recibimos por correo electrónico:
Soy uno de los varios miles de cooperantes cubanos pertenecientes a la corporación ANTEX* que prestamos nuestra colaboración en la República de Angola y que fuimos afectados por esta medida.
Agencia Peugeot en La Habana, autos para todos
si tienes euros suficientes
En horas de la mañana del jueves 19 de diciembre del año en curso, comenzamos el día con el decepcionante regalo por el fin de año, publicado por el órgano del Comité Central de nuestro partido.
Con gran frustración, decepción e incredibilidad hice un análisis de los argumentos expuestos en dicha información, la cual dejó en mi muchas interrogantes. Ahora se considera inadecuado y obsoleto un mecanismo con pocos años de utilización, el cual debe haber sido producto de un profundo análisis para su implementación.
Los que realizamos nuestra colaboración en la República de Angola en la variada gama de sectores de ese país, aportamos millones de dólares a nuestra economía, los cuales con la justeza que caracteriza nuestro sistema social fueron y serán empleados en beneficio de toda la sociedad, incluyendo el transporte colectivo. De la misma forma considero importante el aporte de cada uno de los colaboradores en cualquier parte del mundo.
Precios de los autos en venta en La Habana
Fueron y son muchos los profesionales y los trabajadores de diferentes categorías, que expuestos a la variada gama de enfermedades existentes en ese país, muchas de ellas erradicadas por nuestra Revolución en Cuba, así como diferentes riesgos, incluidos las minas colocadas en el proceso bélico y que se estiman en más de 30 años el tiempo para su erradicación total, los que, a pesar de la lejanía, tanto del país como de sus familias, aceptaron ir y cumplir con el sagrado deber de la misión que se nos encomendaba. Y digo misión porque así dice en el diploma de reconocimiento que nos entregaron en ese país a nuestro regreso definitivo.
Duele mucho recordar a los que perdieron su vida allá a pesar de los esfuerzos de la corporación por salvarle la vida, producto de enfermedades como algunos compañeros míos que con 60 o más años sufrieron infartos , ellos en algunos casos magníficos profesionales y otros excelentes trabajadores que se desempeñaron con maestría y profesionalidad en sus oficios, siendo pilares fundamentales en las cifras millonarias de aporte a la economía de nuestra país, esos aportes que ayudan al estado a revertirlos en la colectividad. En muchas ocasiones a lo largo de la misión se nos pidió pagarnos de la parte del salario para los gastos personales allá, solamente lo equivalente a 50 dólares, ya que era necesario enviar el resto para ayudar en las necesidades económicas de nuestro país.
A mi mente vienen los tristes días en que la corporación con mucha dedicación luchaba para enviar sus cadáveres y las pertenencias a sus familiares, que con desesperación los esperaban.
Todos ellos después de dedicar toda su vida a trabajar en nuestro país e incluso en algunos casos a combatir en Angola por consolidar la independencia amenazada de ese país. No perdieron la vida en la contienda bélica y desgraciadamente la perdieron muchos años después, con el único propósito de mejorar su calidad de vida y de su familia con el producto de su trabajo creador.
Los familiares que tenían en su poder las cartas después de tanto tiempo de espera en silencio ya que nadie explicaba las razones de la paralización de la venta por espacio de casi un año, desde luego ahora se dan cuenta que el prolongado silencio obedecía a lo que se estaba cocinando y que desde el primer momento era la bola que circulaba en la calle. Seguro que ellos al igual que la inmensa mayoría de nosotros discutía esas bolas teniendo confianza en nuestro estado, que siempre fue un paradigma de justeza. Ahora resulta que estaban en lo cierto los que hacían ese comentario y los funcionarios del ministerio de transporte que al llamarlos nos dijeron que no teníamos que preocuparnos, que esa bola era lo más ilógico que habían oído. Ahora resulta que lo ilógico se convirtió en lógico.
*Corporación ANTEX S.A, representante de negocios de Cuba en Angola.

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