Desde los cuatro puntos del cielo vinieron
depredadores llamados cubanos, chinos, rusos...
Los seres humanos son como los metales, nobles o
viles. ¿Adivine a qué categoría pertenecen los prohombres del chavismo? Estos
son unos fracasados. Basta con mirar en derredor: Nada de qué sentirse
orgullosos; mucho más de qué sentirse avergonzados. Malgastaron el país y
desgajaron la herencia de todos. Desde los cuatro puntos del cielo vinieron
depredadores llamados al convite, zopilotes y hienas: cubanos, chinos, rusos…
Nada ni nadie opuso resistencia. Las reservas morales de la patria en su ínfimo
nivel: una parálisis general progresiva tan contagiosa y mortal de necesidad
como la influenza. Hacia el sur del país venezolanos fulminados por la antigua
calentura, tiritando de frío, castañeando los dientes, verdínico el semblante
de la anemia crónica, la malaria que renació por arte de cerebros ignaros e
inexpertos; mientras acá la mentira y el despilfarro, la niña preñada sin
oportunidad de surgir y condenada a la marginalidad, a múltiples embarazos
riesgosos acicateado por la dádiva irresponsable; parecen ignorar que la vida
es vaivén de marea, el reflujo de la verdad y la justicia siempre sigue al
flujo del engreimiento y la maldad.
A pesar de los numerosos llamados a la reflexión la
epidemia de influenza AH1N1continúa su indetenible marcha. Las clínicas
privadas no les darán alivio porque ciegos y sordos, las destruirán también. La
desinformación, la opacidad y la ministra de salud son los mejores aliados de
una epidemia. Los niños con cáncer reciben drogas quimioterapéuticas de espuria
procedencia que son inútiles y además, les producen inmerecido calvario.
Respuesta ¡Qué se conformen, eso es lo que hay!
Como los caimanes de Gallegos, no podrán contar nada
a sus hijos y nietos sino crímenes de lesa patria, de lesa humanidad, de lesa
majestad…
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