Quienes acusan a los médicos cubanos de ineficientes por no haber podido salvar al mandatario venezolano Hugo Chávez, lejos de desacreditarlos solo están reconociendo que ellos son de los que creen que en la mayor de las islas del Caribe la medicina hace milagros.
Nadie ha encontrado hasta ahora una cura contra el cáncer. ¿Cómo pueden creer entonces tal cosa algunos parlamentarios que andan “escandalizados y alarmados” porque se anunció una probable ayuda al Perú de médicos cubanos? ¿Por qué esos mismos no formaron su escándalo cuando Cuba les brindó en varias ocasiones la sangre generosa de su pueblo para salvar vidas peruanas por terremotos?
Estoy seguro que muchos de ellos ni siquiera donaron su sangre para sus propios congéneres. Una cosa es la política y otra es el gallinero. Una cosa es el humanismo y otra la ingratitud. En los últimos tiempos, he escuchado a congresistas hablar demasiado apresurados, sin meditar un instante en las palabras que salen de sus labios, cuando de desaforar contra todo lo que venga de adversarios se trate.
La vida no es de extremos. Los extremistas hacen daño. La vida es de matices y ha de tomarse de cada sistema político, sea cual sea, lo bueno y desechar lo malo. Por ejemplo, este viernes la directora general de la UNESCO elogió el sistema educativo cubano debido a su solidez y calidad. La ayuda internacional de la isla en ese campo ha permitido que millones de personas en el mundo aprendan a leer y escribir gratuitamente ¿Eso es malo?
Los médicos cubanos salvan vidas en lugares adonde los galenos de esos mismos países ni siquiera se atreverían a entregar una receta. ¿Eso es malo?
1 comentario:
Es asi, tienes razón cuando dices que ellos seguramente no donaron sangre para nuestros compatriotas víctimas de terremotos.
Los políticos no viven para el pueblo, sino que viven del pueblo. Por eso no pueden soportar que el pueblo vaya a mejorar sin su "ayuda", porque esto significaría que el pueblo en el futuro puede no llegar a necesitarlos y ellos tendrían que dejar de vivir del pueblo y ponerse a trabajar
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