Por:
Humberto Galindo Moya.*
La
propaganda oficial convirtió a Cuba en el paraíso de la salud donde todo el
servicio se brindaba con calidad y gran esmero. Hoy es todo lo contrario, en
los hospitales reina la inseguridad de los pacientes.
Los
médicos en su obcecada ambición se apartan de la ética que un día juraron. En su lugar abunda el desamor por los seres
humanos y la búsqueda de una misión en el exterior para mejorar económicamente,
o de un regalito.
Hay
que reconocer que quedan algunos profesionales de la salud que trabajan con
amor y se rigen por la ética médica, pero ellos son la excepción. La situación económica que afecta al cubano
ha convertido a muchos en seres sin escrúpulos.
La
atención médica es gratuita pero es deficiente.
Hay desinterés a la hora de
atender a un paciente. Por ejemplo si no
llevas un obsequio a una consulta para el médico de la especialidad el trato es
superficial. Si vas a operarte te
posponen la operación. Te manipulan,
pasa el tiempo y el mal que tengas se hace irreversible. Yo mismo he sido víctima y cuando enfermó mi madre le sucedió igual.
Los
hospitales en Cuba parecen cualquier cosa menos hospitales, es crítica la
situación sanitaria. Se culpa al bloqueo porque hay que esconder la realidad.
Los hospitales no tienen suficientes recursos, pero aparecen si pagas por
ellos. Los males de nuestro país comenzaron desde el mismo principio del
triunfo de la revolución cuando la dirigencia empezó a arrastrar al país a la
miseria y al descalabro económico.
Para
que haya salud, tiene que ver alimentación, vivienda adecuada, libertad,
creatividad, mientras tanto, el pueblo de Cuba seguirá siendo un pueblo sin
salud física y psíquica.
*Activista
del CID (Cuba independiente y democrática)
del Municipio Camagüey.
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