Todo indica que los pacientes y familiares en Cuba
pagan por servicios médicos en especias.
Habana Vieja, La Habana, (PD) Las copiosas facturas se
acumulan en un rincón de la consulta. No son todos, pero la mayoría de los
pacientes imitan lo que se ha convertido en un procedimiento obligatorio. Para
ser atendidos correctamente en muchos de los hospitales de la capital cubana,
es preciso llevar algún obsequio para el médico y la enfermera.
Lo que comenzó como algo esporádico y voluntario,
hoy es parte de las obligaciones que no se limitan a las instituciones de
salud. No hacerlo implica extenuantes demoras, maltrato verbal ante la
exigencia de explicaciones o respuestas que fundamentan los motivos para no
satisfacer las necesidades del cliente en un tiempo prudencial.
Constantes en los hospitales son la falta de agua,
la rotura del equipo de esterilización o la ausencia del especialista por
problemas personales, entre otros asuntos que bordean el absurdo.
Esos impedimentos desaparecen en un abrir y cerrar
de ojos tras el anuncio de un regalo, independientemente del precio y el valor
de uso. Claro que quien da más consigue entrar primero. ¿Qué representan un par
de jabones de tocador frente a la pródiga factura alimentaria de un campesino o
la heterogénea entrega del gerente de algunas de las Tiendas Recaudadoras de
Divisas?
Apenas hay discreción en estos intercambios, que
ponen en tela de juicio uno de los baluartes del sistema político implantado en
la isla hace más de cincuenta años: la gratuidad de los servicios sociales.
No parece que existan limitaciones legales para
ponerle coto a este tipo de acuerdos que rebasan el marco de la espontaneidad y
que fomentan la discriminación a una escala preocupante. ¿Cuántos cubanos
habrán muerto ante la imposibilidad de comprar el derecho a realizarse, sin
dilaciones, un determinado examen clínico o recibir la autorización del
ingreso?
¿Qué puede regalar un jubilado con una pensión de
apenas diez dólares mensuales o un ama de casa divorciada y con hijos,
dependiente de una modestísima ayuda monetaria del gobierno?
El deplorable estado de las instalaciones médicas
cubanas, en cuanto a su funcionamiento y al acentuado deterioro arquitectónico,
explica la inviabilidad de un sistema que no ha podido alcanzar sus supuestas
metas -incluso las menos ambiciosas- de eficiencia y productividad en ningún
sector, excepto el de la represión.
En este contexto las corruptelas continúan
reproduciéndose al margen de los llamados a la rectificación y a superar
estereotipos que impiden una salida del estancamiento generalizado.
Esos eslóganes son ignorados. El desorden, lejos de
disminuir, tiende a afianzarse a partir de un sinnúmero de razones, como la
doble moral, el voluntarismo, la corrupción y las disparatadas normativas
socio-laborales.
"Yo no les pido nada a mis pacientes, pero
aunque me rehúse, ellos casi me suplican que acepte los regalos", decía un
dermatólogo del hospital Calixto García.
"Nuestra situación laboral es lamentable. ¿Qué
representan algo más de 40 CUC como salario mensual? No es fácil resistirse a
esos suministros, que te reitero no se exigen como pago por la atención
recibida", agregó.
Si bien es inexplicable la falta de correspondencia
entre los honorarios recibidos y la responsabilidad de cuidar la vida de otros
seres humanos, esto no justifica algo que se ha instituido como una forma de
tributo sin el cual es difícil contar con un buen servicio.
El caso de Odalys es ilustrativo de esta grave
situación. La semana pasada, tras una agotadora espera para hacerle una
endoscopía a su madre de setenta y dos años, aquejada de múltiples
enfermedades, tuvo que desembolsar tres pesos convertibles (alrededor de cinco
dólares).
"Tuve que hacerlo, no tenía otra alternativa.
Me dijeron que no había agua, pero solo era una forma de ponerle precio al
servicio. Lo importante es que pude resolver. ¡Pobre del que no tenga nada que
dar!", expresó con ironía.
Foto: Marcelo López
*Escritor y periodista
independiente. Arrestado durante la ola depresiva de 2003 y puesto en libertad a
finales de 2004 mediante licencia extrapenal por motivos de salud. Colabora para la publicación en la red
Primavera digital.
compañero periodista, usted no es exacto en lo que dice, sea más responsable al comunicar sus noticias, es un discriminador, un "cortico" para exponer sus ideas, como le digo, no explica con exactitud las cosas, ¿COMO VA A DECIR QUE ESO DE COBRAR EN ESPECIES ES EN LA HABANA?!!!!!... NOOOOO SEÑOR, NELES PASTELES.... ES EN TODO EL PAÍS, YO VENGO DE HOLGUÍN Y AHÍ EN EL HOSPITAL LENIN ES IGUAL!!!!
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