Perico, Matanzas, 21 de julio de 2011, (PD) Creo no pecar de ingenua si al abordar el tema de la salud de mis conciudadanos a lo largo de las últimas cinco décadas haga alusión al sistema de salud creado por los autores del modelo político, una vez salidos de la Sierra Maestra. Ellos lo bautizaron con el calificativo de “potencia médica cubana”. No he sido yo la creadora de ese eslogan, ni he sido yo la única que lo ha escuchado. Dicha frase es de ellos, y ellos son quienes lo quieren meter por los ojos de cuanto humano les escucha. Pero somos los cubanos y especialmente quienes nacemos y permanecemos en el suelo de esta ínsula caribeña los que día a día tenemos que padecerla en carne propia.
Tenemos que padecerlo, porque dista muchísimo de poder decir a pleno pulmón: disfrutarlo y por lo tanto, somos los responsables directos de que la ¡verdad! sea conocida por el mundo entero.
Amigos lectores, no seré muy extensa y trataré de no cansarlos. Pero no he vivido en otro país ni he salido a visitar a otros a pesar de que soy una joven con 25 años de edad. De estos, más de 22 los he sufrido en Perico, pequeño pueblecito ubicado en la provincia de Matanzas, a 100 millas al este de La Habana. Pues bien, les diré que cuando llueven cuatro gotas varias arterias del mismo se hacen intransitables. Ya sea porque ha colapsado el viejo alcantarillado o peor aún, porque en el diseño de los nuevos asentamientos o las ampliaciones del núcleo habitacional fundador, no se tuvo en cuenta tan importante elemento para la vida moderna. Tal aberración la sufre el lugareño, pero los representantes de la Potencia médica cubana, no viven en Perico.
Debieran estar al tanto los representantes de la Potencia médica cubana de Perico. Su ausencia o su comodidad dejaron sin alternativa al periqueño. Surgieron vertederos de desechos excesivamente pestilentes dado su alto grado de putrefacción. Un especial caldo para el cultivo de una abundantísima colonia de vectores de toda índole. ¡Asómbrense!, a menos de cincuenta metros de las primeras viviendas habitadas en la principal calzada pueblerina y a menos de doscientos cincuenta metros de la sede del Comité Municipal del Partido Comunista de Cuba (PCC).
Panoramas muy comunes en diversos puntos de la ciudad, como es el caso en la intersección de las calles San Juan e Infiesta, a cincuenta metros de la escuela primaria Ignacio Agramonte y a igual distancia de la Unidad Municipal de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR). Para finalizar no puedo obviar las siguientes interrogantes:
¿Realmente en nuestras comunidades y pueblos nos desenvolvemos dentro de un ambiente regido por el Sistema de Salud que se trata de promover al mundo como potencia médica? Además, velar porque sea una realidad en Cuba el citado eslogan, ¿será asunto permanente en la agenda particular de la Policía, de la Dirección de Salud, del Gobierno, y del Comité Municipal del PCC, en Perico?
La realidad que vivimos los periqueños, parte de lo cual reflejo en este trabajo, no deja lugar a dudas por tanto los acuso de irresponsables, oportunistas, indolentes, acomodados y falsos patriotas.
*Secretaria de prensa del Partido por la Democracia 'Pedro Luís Boitel' Reside en Perico, Matanzas, Cuba. Colabora para la agencia Primavera digital.
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