Tal vez con cierto valor anecdótico, pero con historias que reflejan la realidad de la Salud Publica en Cuba, el periodista independiente Jaime Leygonier ha explicado en varios artículos los argumentos sobre médicos cubanos, buenos y malos, en un escenario que es el que proporciona la Revolución cubana y lo que esta representa. Esta es la ultima de las entregas sobre este tema que les ofrecemos en dos partes.
Médicos, buenos, malos y porqué (conclusión).
Ciudad de la Habana, Cuba, 12 de mayo de 2010/ http://www.cihpress.com/).—Preferible a argumentar de teorías y dogmas políticos es mostrar sencillamente lo que ocurre; y los testimonios sobre el caos del Sistema de salud de Cuba no cabrían en tomos.
Conozco a un anciano operado varias veces inútilmente por falta de malla quirúrgica, en el Hospital Clínico Quirúrgico de Diez de Octubre, antigua Quinta Dependiente.
Allí mi anciana madre murió de bronconeumonía y mala praxis el 2O de febrero del 2009 en la sala Geriátrica, donde demoraron días en ponerle el oxigeno que necesitaba y la cuarta parte de los sueros lejos de sanarla le inflamaron los brazos porque las agujas eran inadecuadas para ancianos - a veces las que llaman "mochas" y son para bebés - y rompían sus venas.
¿Como saber si el médico era bueno o no si pasaba visita tres minutos cada 24 horas y "enfermeros emergentes", es decir adolescentes de bajo rendimiento escolar, fungían como enfermeros sin supervisión de ningún profesor y cuando retiraban sangre del catéter la botaban en el suelo junto a la cama?
¿Cómo ser buen Geriatra allí cuando para 40 pacientes hay agua corriente pocas horas al día en el único grifo del baño común lleno de excrementos por tupición; bajo las 40 camas hay orine y sangre; y en las suelas de los zapatos, desde el baño, y por la "limpieza" de todo con el mismo trapo y poca agua sin desinfectante, se extiende la contaminación a todas las habitaciones?
A mi madre semi inconsciente le despertaba la curiosidad y palpaba siempre en la pared una vieja mancha de sangre. Falta de oxigeno al cerebro, por infección pulmonar, deliraba noches enteras, me insultaba - única vez en su vida que usó ese lenguaje - porque no le permitía levantarse, y no fue sino al final que le colocaron oxigeno - a petición mía - con lo que recuperó la calma y bastante lucidez.
Luego alguien me dijo que, como el Gobierno no vende oxigeno a los soldadores, estos, clandestinamente, lo compran al Hospital de Diez de Octubre: Evitan desperdiciarlo en los enfermos. ¿Acaso en el mejor y mayor Hospital Psiquiátrico de Cuba, en enero, no murió un grupo de pacientes porque evitaron desperdiciar en ellos comida y abrigos?
El Ministerio de Salud prohíbe a los médicos recomendar a sus pacientes medicamentos que no vende el gobierno en el país. Los honra el que casi todos desobedecen, preguntan con discreción si hay familia "afuera" que pueda mandar medicinas y recomiendan el producto estadounidense o español: "No diga que se lo dije".
De poco les sirve saber que recetar si no lo hay en las farmacias, por ejemplo, ya jamás recetan vitamina C, porque rarísima vez existe en el mercado - tampoco hay naranjas y limones en la dieta.
Ser bueno no sirve y hasta es motivo de castigo: Una excelente doctora se negó a ir a trabajar a Venezuela si no le asignaban sustituto para atender a sus pacientes, estaba propuesta a un cargo superior de dirección en el Hospital- Policlínico Santos Suárez, la castigaron con rebaja de cargo y la pasaron a un consultorio de médico de la familia.
El Dr. Darsi Ferrer - hoy preso de conciencia y en huelga de hambre y despedido de hospitales en dos ocasiones por sus ideas, y cartas críticas al MINSAP- opina que los primeros focos de contaminación son los hospitales por décadas de violación de las normas de higiene establecidas, lo cual provoca estallidos como la epidemia que costó la vida a un número no aclarado de bebitos y madres en el Hospital Materno - infantil, antigua Hijas de Galicia y una silenciosa pero constante extensión de virus entre la población de pacientes y del barrio.
Los médicos procuran dar de alta a sus pacientes lo antes posible: para que en el hospital no se contagien de otras enfermedades y "se compliquen".
Meses antes de su prisión el Dr. Ferrer investigaba sobre cirujanos que en cierto Hospital entraban al quirófano con su ropa de diario. Abundan testimonios sobre enfermeras que no esterilizan o esterilizan mal las jeringuillas y agujas hipodérmicas.
*Periodista independiente cubano. Radica en La Habana y forma parte de la Agencia Hablemos Press.
Foto: Acompañantes de los pacientes descansando en el piso en un hospital de La Habana.
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