Por: Eloy A González.*
La noticia nos sorprendió a todos…, bueno a casi todos. Una mujer en California en un esperado parto múltiple (esperaban 7 bebes) se “alivia” de 8 niños y niñas en un parto asistido, seguro mediante cesárea, en el Hospital Káiser Permanente. Se trataba del segundo nacimiento de óctuples en los Estados Unidos y si todos sobreviven seria un caso sin precedentes. De esta forma se da la noticia y comienza el misterio.
Los periodistas, siempre dándole el seguimiento que la noticia merece, indagan sobre la familia y la madre, pues eso de que llegue a una familia 8 nuevos miembros no es nada frecuente. Sobre todo en estos tiempos que tanto se habla de penurias y limitaciones. De tal manera que cuando los periodistas conocieron el simple apunte de la dirección de la madre, que hasta la fecha se mantiene en el anonimato y sobre la cual se conserva un cerrado hermetismo que frustraba la obtención de noticias; allí se apostaron y fue entonces que la noticia del nacimiento de los óctuples comenzó a tomar otro giro.
La madre no ha hecho declaraciones alguna, ni las hará con seguridad, pero allí esta el Padre de la joven madre entre gruñón y cascarrabias tratando de escapar de los periodistas. Una vecina a título de niñera se hace con la exclusiva y días después la madre de la parturienta hace sorprendentes revelaciones.
La joven madre de 33 años,- hija de un ex militar iraquí-, ya tenía 6 hijos sin padre conocido. Es decir es una madre soltera poco común que no aspira a tener uno o dos hijos, sino que mediante procedimientos de fertilización ya tenía 6 y agregó ahora otros ochos para completar una familia con 14 hijos donde falta la figura paterna. Por lo tanto se infiere que, unos o varios médicos en equipo, han permitido que una mujer elija tener mediante tratamientos de “infertilidad” hasta 14 hijos sin que medie un análisis previo de las condiciones sociales y económica de esta familia, en la cual ya crecen 6 niños (as) y crecerán otros 8 niños y niñas.
Se ha podido saber que la madre vive con sus padres en una modesta vivienda, aunque el abuelo en un acto de superchería les dijo a los periodistas “que tienen otra casa muy grande en un lugar que nunca sabrán”. Hace dos años la joven madre se había declarado en bancarrota. No sabemos como pudo costear los tratamientos de infertilidad y los procedimientos de fertilización de que fue objeto como para llegar a tener hasta 14 hijos.
La madre de la joven que hasta ahora no había hablado, ha afirmado que su hija tiene una obsesión con tener hijos desde que era una adolescente, y que por eso ha sido objeto de estos tratamientos aún cuando no tiene pareja.
Por último los medios se han limitado a señalar que el nacimiento de los óctuples californianos plantea serios problemas éticos. ¿Cuales son estos problemas?
Los expertos opinan que las decisiones sobre la maternidad competen a la madre y sólo a ésta. Debemos asumir que cualquier persona, solo porque tenga una idea obsesiva sobre la maternidad, tiene derecho a procrear 14 hijos (as) faltando la figura paterna en la familia y traerlos a un entorno de penurias así como así. Esto es un acto de maternidad irresponsable y no solo la madre tiene la culpa de ello.
Los médicos especialistas deben estar en la obligación de conocer el contexto social y el soporte económico de la familia de la persona que solicita un procedimiento de fertilización in vitro, sobre todo cuando estos procedimientos, la mayoría de las veces, conducen a un parto múltiple.
Los niños y niñas nacidos de este parto múltiple, que se suman a los otros 6 niños menores que ya tiene la joven, crecerán en una familia sin un padre, con la ayuda de los abuelos y con limitaciones propias de la situación que ya tiene la familia.
¿Quién proveerá los cuidados a estos 14 niños y niñas? ¿Quién o quiénes suplirán la imagen paterna que siempre ha estado ausente?
Cuando escuchamos la noticia de 8 pequeños bebés arribando a este mundo, sentimos alegría. Son más las noticias de muertes y desastres donde muchas veces los niños son las victimas. Las cifras alarmantes de aborto y las enfermedades de la infancia son de por si desalentadoras. Pero aquí estaba la crónica que era un canto a la vida. Hasta que comenzó a disiparse el entusiasmo.
Este caso, el del nacimiento de óctuples, puede se interesante desde el punto de vista médico pero sin lugar a dudas es un acto de maternidad irresponsable, como lo fue en su momento los otros 6 niños y niñas que vieron la luz en un hogar disfuncional.
En este asunto deben de asumir la responsabilidad y las consecuencia de tomar decisiones tan erradas: los médicos y personal del equipo que condujo los procedimientos de fertilización in vitro que propiciaron el nacimientos de estos 14 niños (as), también son responsables los padres y la joven madre que convirtió la procreación en una conducta equívoca y de escape a su obsesión por la maternidad.
La maternidad no es una obsesión, es un acto responsable. No se trata de desear procrear, sino de procrear con responsabilidad.
©2009
*Medico y columnista. Panorama de Nuevos Horizontes, Hispanic Newspaper. Fort Worth, TX 01 de febrero de 2009, E-mail: eloy_gnzlz@yahoo.com
Foto del Equipo medico que atendió a los óctuples californianos.
Está de madre esa madre...
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