Por: Reinaldo Cosano Alén.*
LA HABANA, Cuba, enero 2008 – Juan Bruno Zayas (La Habana, 1867-1896) es conocido entre los practicantes de las religiones africanas como el Médico del Espacio, o Médico Divino. Sin embargo, nadie acierta a explicar la razón por la que emerge la figura del héroe mambí en el sincretismo religioso nacional, y no como San Rafael Arcángel, consagrado como médico milagroso en la fe católica, o incluso con San Roque, protector de la gente contra las epidemias, muy recordado durante los brotes de dengue de las últimas décadas.
“Si en la casa hay un enfermo se le encomienda a Juan Bruno Zayas. Se le pide que lo cure o lo salve si está grave. El ruego va acompañado de una asistencia espiritual al Médico del Espacio: siete vasos con agua clara, flores, perfume, dulces. El ruego tiene que ser expresado con mucha devoción. El enfermo pronto sale adelante” –expresa José Vélez, palero residente en Arroyo Naranjo, Ciudad de La Habana.
El Palo de Monte, para los practicantes de esta religión, es la más pura y auténtica porque no está contaminada de otras creencias.
En su libro Catauro de cubanismos, publicado en 1923, Don Fernando Ortiz señala que el palero es el creyente u oficiante de la Regla de Palo, creencia religiosa de origen bantú, cuya base es el animismo y el culto a los árboles o palos (de donde toma el nombre) y otros elementos de la naturaleza.
El Palo de Monte se practicó durante la época colonial, principalmente por los cimarrones (esclavos rebeldes) en sus palenques, y por los esclavos de los barracones donde, luego de las labores en las plantaciones, permanecían encerrados para que no huyeran. Apenas en contacto con los blancos esclavistas y la religión católica, fue menor el sincretismo.
Resulta una curiosidad la elección de Zayas, más conocido por sus acciones militares, como Médico del Espacio. Juan Bruno, hermano de Alfredo, que fuera presidente de la República de 1920 a 1924, se graduó en la Universidad de La Habana y ejerció la profesión en la provincia Las Villas, donde se incorporó a las tropas invasoras mambisas. Más tarde se unió al General Antonio Maceo en Pinar del Río. Antonio le encomendó a Juan Bruno dirigirse otra vez a Las Villas y organizar un contingente para reforzar a las tropas que combatían en Pinar del río.
La encomienda no pudo ser cumplida. Zayas murió el 30 de julio de 1896, cerca de Quivicán, en La Habana, al frente de setenta hombres, en combate contra la columna del coronel español Peral. Al morir ostentaba el grado de Mayor General, conferido por el Generalísimo Máximo Gómez.
El patriota y médico es recordado por sus heroicas hazañas en el campo de batalla, y por curar a los enfermos, como Médico Divino, después de muerto.
*Periodista independiente cubano. Agencia Sindical Press. E-mail: cosanoalen@yahoo.com
Foto: Dr. Juan Bruno Zayas.
LA HABANA, Cuba, enero 2008 – Juan Bruno Zayas (La Habana, 1867-1896) es conocido entre los practicantes de las religiones africanas como el Médico del Espacio, o Médico Divino. Sin embargo, nadie acierta a explicar la razón por la que emerge la figura del héroe mambí en el sincretismo religioso nacional, y no como San Rafael Arcángel, consagrado como médico milagroso en la fe católica, o incluso con San Roque, protector de la gente contra las epidemias, muy recordado durante los brotes de dengue de las últimas décadas.
“Si en la casa hay un enfermo se le encomienda a Juan Bruno Zayas. Se le pide que lo cure o lo salve si está grave. El ruego va acompañado de una asistencia espiritual al Médico del Espacio: siete vasos con agua clara, flores, perfume, dulces. El ruego tiene que ser expresado con mucha devoción. El enfermo pronto sale adelante” –expresa José Vélez, palero residente en Arroyo Naranjo, Ciudad de La Habana.
El Palo de Monte, para los practicantes de esta religión, es la más pura y auténtica porque no está contaminada de otras creencias.
En su libro Catauro de cubanismos, publicado en 1923, Don Fernando Ortiz señala que el palero es el creyente u oficiante de la Regla de Palo, creencia religiosa de origen bantú, cuya base es el animismo y el culto a los árboles o palos (de donde toma el nombre) y otros elementos de la naturaleza.
El Palo de Monte se practicó durante la época colonial, principalmente por los cimarrones (esclavos rebeldes) en sus palenques, y por los esclavos de los barracones donde, luego de las labores en las plantaciones, permanecían encerrados para que no huyeran. Apenas en contacto con los blancos esclavistas y la religión católica, fue menor el sincretismo.
Resulta una curiosidad la elección de Zayas, más conocido por sus acciones militares, como Médico del Espacio. Juan Bruno, hermano de Alfredo, que fuera presidente de la República de 1920 a 1924, se graduó en la Universidad de La Habana y ejerció la profesión en la provincia Las Villas, donde se incorporó a las tropas invasoras mambisas. Más tarde se unió al General Antonio Maceo en Pinar del Río. Antonio le encomendó a Juan Bruno dirigirse otra vez a Las Villas y organizar un contingente para reforzar a las tropas que combatían en Pinar del río.
La encomienda no pudo ser cumplida. Zayas murió el 30 de julio de 1896, cerca de Quivicán, en La Habana, al frente de setenta hombres, en combate contra la columna del coronel español Peral. Al morir ostentaba el grado de Mayor General, conferido por el Generalísimo Máximo Gómez.
El patriota y médico es recordado por sus heroicas hazañas en el campo de batalla, y por curar a los enfermos, como Médico Divino, después de muerto.
*Periodista independiente cubano. Agencia Sindical Press. E-mail: cosanoalen@yahoo.com
Foto: Dr. Juan Bruno Zayas.
Es cieto que hace grandes curas cuando se le pide con Fe,el Espiritu del Dr Juan B Zayas venia por mi abuelita e hizo grades cura sin cobrar un centavo,eso fue durante los ano 1930 y siguio curando hasta que murio en los anos 1958.Actualmente mi hermano muy grave con 80 anos, salio del hospital despues que mi hermana le pidio a Juan B.Zayas.Hoy esta muy bi
ResponderEliminarJuan Bruno, sigue siendo todo lo que dicen que era.Un santo, un hombre maravilloso.Su espíritu es tan maravilloso como fue en vida,(no ha cambiado nada).No solo es admirado por masones y religiosos de toda la Isla. En Quivicán, donde cayó y fue primeramente enterrado, se lo considera un hijo adoptivo insigne. Yo puedo ratificar su benevolencia.Antes no creía,ni le prestaba atención pero me ha dado razones de sobra, para amarlo, como hija de Quivicán que soy.Ahora conociendo la historia, valoro más mi terruño ,que antes.En nuestra humildad él nos cubrió de su luz. Quivicán guardará eternamente su memoria.La tierra teñida por su sangre, es tierra santificada...
ResponderEliminarDisculpe la intromisión. Es usted el autor del artículo sobre Juan Bruno Zayas, médico del espacio. He tratado de llegar a la fuente de orígen. Tengo tantas preguntas sobre las dimensiones espirituales de Juan Bruno Zayas. Por favor, le ruego si es usted el responsable, contácteme. lisycaram@gmail.com
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