Por: Esperando un Nuevo Amanecer. *
"La juventud quiere mejor ser estimulada que instruida."
Johann Wolfgang von Goethe (1749-1832)
"He aprendido que una vida no vale nada, pero también que nada vale una vida."
André Malraux (1901-1976)
Johann Wolfgang von Goethe (1749-1832)
"He aprendido que una vida no vale nada, pero también que nada vale una vida."
André Malraux (1901-1976)
En el día de ayer, 30 de octubre de 2006, el Periódico Granma publicaba bajo el título Reto inaplazable para los cubanos un artículo sobre la disminución acelerada de la natalidad en Cuba y el envejecimiento poblacional.
“Sin aparecer entre los problemas económicos y sociales que gravitan en la vida cotidiana de los ciudadanos, el envejecimiento poblacional constituye uno de los fenómenos más preocupantes de la sociedad cubana actual. Pero se convierte en una trama más inquietante cuando se constata la acelerada disminución de la natalidad, que es la más baja de toda América Latina.”
Luego de enumerar una serie de causas que coadyuvan a esta baja natalidad, entre las que señala "problemas materiales que el Estado tendrá que analizar cómo resolverlos para intentar detener esta negativa situación. Ellos son, por ejemplo, la insuficiencia de viviendas, el costo de la vida, la carencia de círculos infantiles y servicios de apoyo al hogar, además de las dificultades con la canastilla" en un segundo plano acota "Otro factor que repercute sobre la fecundidad es la migración hacia el exterior de mujeres en edad reproductiva.”
Y sobre este último aspecto es que me quiero referir específicamente por el indiscutible impacto que tiene sobre la sociedad misma y que es cada vez más creciente, aunque nunca se reconozca a nivel oficial; la mera e indirecta referencia que hace ese artículo a la migración juvenil es per se algo extraordinario no por ser algo nuevo sino por el hecho de que implica un reconocimiento implícito a una verdad indubitada.
Solamente de mi graduación conozco que han emigrado 32 personas hacia EUA, España, Canadá y México fundamentalmente, todas personas profesionales, invariablemente jóvenes y en edad reproductiva y sé de aproximadamente 14 de esa misma graduación que se encuentran en trámites para hacerlo, sin hablar de aquellas que nada comentan al respecto por temor a las consecuencias que ello podría acarrearles social y profesionalmente.
Puedo aseverar sin temor a equivocarme que de mi generación 7 de cada 10 personas actualmente desean, aspiran o anhelan emigrar en algún momento de Cuba; todas buscan diferentes alternativas, desde casarse con un (a) extranjero (a), participar en las loterías de diversificación de visas (popularmente conocidos por sorteo o bombo) que promueva EUA, hacer amistad con un foráneo para que éste le emita una Carta de Invitación, solicitar una reunificación familiar (si lo tuviere), realizar las aplicaciones como refugiado político, lograr por el trabajo un viaje al exterior o hasta intentar una salida ilegal por cualquier vía, pero la inmensa mayoría de una forma u otra trabaja, lucha y hace lo posible y lo aparentemente imposible para lograr su principal objetivo: salir como quiera que sea del territorio cubano y de la forma más rápida que se pueda.
Y es que se han dado cuenta, han constatado por ellos mismos que en este país sí podrán encontrar salud y educación gratuitas, pero ello nunca será suficiente para sentirse felices y realizados como seres humanos porque en este país todo se reduce a hablarte de lo mismo diariamente y jamás tendrán un futuro como el que ellos sueñan o aspiran, nunca tendrán un porvenir y no quieren una vida donde constantemente sólo te estén hablando de política, discursos, mesas redondas, marchas, movilizaciones, historia de la revolución y socialismo, mientras por otro lado cada día son menos las oportunidades reales de alcanzar tus metas y propósitos como ente social que apenas cuenta con una existencia en este planeta, por lo que deciden emigrar no sólo con el propósito de tener un futuro diferente para ellos mismos sino también para sus hijos.
Veamos algunos datos de interés que corroboran lo antes dicho:
Durante el año fiscal 2003, 2 308 mujeres nacidas en Cuba en edad reproductiva (menores de 35 años) lograron la residencia permanente en territorio estadounidense.
Esta cifra creció a 5 349 en el año fiscal 2004 y a 8 720 durante el año fiscal 2005.
Durante el año fiscal 2003 1 199 mujeres nacidas en Cuba menores de 35 años obtuvieron la ciudadanía estadounidense por naturalización. Al año siguiente la cifra alcanzó 1 676 y durante el 2005 fueron 1 680.
Es decir, solamente entre el 2003 y el 2005, las cifras de personas residentes permanentes y naturalizadas procedentes de Cuba contabilizaban a 20 932 mujeres jóvenes en edad reproductiva que optaron por abandonar su país de nacimiento en pos de un futuro diferente para ellas y sus descendientes, apenas con referencia a Estados Unidos, no incluyéndose otros países tradicionalmente receptores de cubanos como España, Canadá y México.
Todas las cifras reflejadas en este artículo son oficiales y pueden consultarse en:
http://www.uscis.gov/graphics/shared/statistics/
* Médico cubano radicado en la Isla, edita en Blog: Mi Única Verdad.
Información relacionada: Retrato colectivo.
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