El Consumo de Crack
El crack es cocaína que se ha procesado para formar cristales de roca.
Al igual que la cocaína, el crack es una droga potente y muy adictiva.
El crack tiene el aspecto de pequeñas piedrecitas blancas o amarillas de
varios tamaños y formas. El crack casi siempre se calienta en una pipa y se
fuma. Recibe su nombre por el sonido crepitante que emite la droga mientras se
calienta.
El crack es un estimulante que se absorbe a través de los pulmones y
casi de inmediato envía una sacudida al sistema nervioso central. Da al
consumidor una rápida e intensa sensación de poder, energía, euforia y alerta
mental.
El crack incrementa la cantidad de dopamina, una sustancia química que
trasmite mensajes en el interior del cerebro. Esta mayor concentración de
dopamina hace que la gente se sienta drogada y experimente un
"subidón". Pero el "subidón" del crack suele durar poco,
desapareciendo rápidamente al cabo de 5 a 10 minutos.
El crack es incluso más adictivo que otras formas de cocaína. Es posible
"engancharse" al crack después de usarlo solo una vez. También es
posible tener un accidente cerebro-vascular o un infarto de corazón la primera
vez que se consume crack.
Cuando remite el "subidón" inicial, la gente que utiliza crack
dice que se siente más baja o deprimida que antes de consumir esta droga. Esto
facilita engancharse a tomar cada vez una mayor cantidad de crack para seguir
"colocado" y evitar esos bajones.
La gente que consume mucho crack desarrolla una tolerancia a esta droga.
Tiene que fumar cada vez una mayor cantidad para tener el mismo efecto.
Consumir grandes cantidades de crack aumenta las probabilidades de tener
accidentes cerebro-vasculares o ataques de corazón.
Fumar grandes dosis de crack o consumirlo en tomas encadenadas puede
volver a la gente nerviosa e irritable. Puede tener ataques de pánico y una
psicosis plenamente desarrollada, oyendo voces y teniendo problemas para
mantener el contacto con la realidad.
Fumar demasiado crack de golpe puede llevar a una sobredosis. La gente
con sobredosis de crack tiene convulsiones y ataques que afectan al cerebro y
puede llegar a morir.
Es sumamente difícil superar una adicción al crack. Incluso después de
que la persona lleve largo tiempo sin consumir la droga, sigue habiendo un
riesgo de recaída, sobre todo en situaciones que favorecen el consumo de esta
droga.
El crack no es tan caro como otras formas de cocaína porque esta droga
está mezclada con otras sustancias que hacen que el polvo forme cristales.
Muchas de esas sustancias son inofensivas, pero a veces los fabricantes añaden
ingredientes, como las anfetaminas, para que el crack sea más barato. Estos
ingredientes añadidos aumentan las probabilidades de efectos secundarios muy
graves.
El crack se considera que pertenece a la lista I de las drogas, lo que
significa que tiene un alto potencial de abuso. Consumir o poseer crack es un
delito que se castiga con penas de cárcel en la mayoría de los estados. En
EE.UU., las sanciones por consumir o poseer crack son mucho más estrictas que
las que se aplican para la cocaína en polvo.
Dejar el crack puede ser muy difícil. La mayoría de las veces dejar el
hábito de consumir crack significa tener que pasar tiempo en un centro de
rehabilitación y/o recibir tratamiento cognitivo conductual o de otro tipo.
Ahora no hay ningún medicamento que sea eficaz para tratar la adición al crack.
Si fumas crack, hablar con un psicólogo y/o unirte a un grupo de apoyo
te pueden ayudar a dejarla con mayor facilidad.
Puesto que puede costar solo una vez para volverse adicto al crack y
puesto que esa vez te puede matar, es fundamental que evites el crack a toda
costa. Ninguna tentación (o ninguna presión procedente de tu grupo de amigos)
compensa una larga batalla contra la adicción o la muerte. Aunque el crack no
acabe con la vida de una persona, la puede arruinar por completo después de una
sola toma.