Por Eloy A González.
Mañana sábado 3 de agosto hay convocadas
marchas por parte de la tiranía Castro chavista en mano criminal de su engendro
presidencial, Nicolas Maduro y la oposición ganadora de las recientes
elecciones en Venezuela, en las personas del presidente electro Edmundo
González y la líder indiscutible de este despertar en el atribulado y sufrido
pueblo venezolano, María Corina Machado.
Pueden por un momento dejar a un lado
todo lo ocurrió en Venezuela en los últimos días; pueden guardar silencio los politólogos
y opinadores convocados en masa en estos días para que expresen sus opiniones
sobre la deriva que tomara no solo la política en eses país, sino el destino de
un país ya fallido, transitando la calamidad pública y abocándose a la más pavorosa
tiranía.
Pueden dejar a un lado las esperanzas
puestas en los organismos internacionales, la doctrina Tobar, el derecho
manifiesto a la beligerancia y los sagrados derechos de libertad del pueblo venezolano.
Ni se detengan en el derecho internacional y en los derechos humanos; cercenado
el primero y abolidos desde hace tiempo los otros.
Dijo el energúmeno que habría un “baño de
sangre” y eso esta ocurriendo. Dijo que habría una represión que superaría las
anteriores en su régimen, y así ha ocurrido.
Todos miran a los países que puedan
intervenir y ni uno saldrá a sacar las castañas del fuego. Hay demasiados miserables
que han sido convocados como para que una invasión salvífica los alcance. Hay
un insalvable espacio entre los terroristas de siempre, los comunistas de nuevo
tipo y los cobardes. Todos ellos que superan a los amantes de la libertad y la democracia;
y a los venezolanos que, por perder, lo han perdido todo.
Ah, y para aquellos que piensan que la
libertad de Cuba pasa por la caída del régimen de Maduro; les recuerdo que los
barcos rusos ya están en la Bahía de La Habana y vinieron para quedarse. Cuba seguirá
siendo el emisor de cubanos al sur de la Florida, donde ahora están los barracones
de los esclavos en tanto que los señores feudales siguen con sus posiciones en
la isla, ahora resguardadas por Rusia.
Venezuela es un país lastimosamente
herido en sí. Puede abocarse a un estado de postración tiránica en los años
venideros. Perdiendo parte de su capital humano y siendo explotado de manera inmisericorde
pro las corporaciones rusas, chinas e iraníes, mientras que el derecho será despreciado.
Solo queda mañana. Cuando las dos grandes
fuerzas del pueblo en número tal que una supera a la otra se confronten en las
calles de las ciudades de Venezuela. La de menor cuantía, la del régimen, tiene
a los militares, los colectivos asesinos, las tropas paramilitares, los militares
cubanos, los mercenarios rusos y quién sabe qué; algún que otro destacamento de
mercenarios bolivianos y Sandino comunistas. Estos son los que detentan el
poder. Los otros, los más; aquellos que si les importa su país y luchan
esperanzados en un futuro promisorio para ellos y sus familias; seguirán
poniendo los muertos.
¿Quién va a ganar?
2 de agosto de 2024
*El 23 [en este caso el 3] se
rompe el corojo, una expresión mambisa que significaba el fin de la tregua
entre los insurrectos y las huestes españolas, que se negaban a abandonar la
“siempre fiel isla de Cuba”, frase que, con el tiempo, se convirtió en sinónimo
de que no hay conciliación posible cuando las víctimas de los atropellos asumen
que no tienen otra alternativa que vencer a sus victimarios.
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