Cuando se produjo la muerte de Orlando Zapata Tamayo surgieron especulaciones en torno a las causas de muerte, la responsabilidad del sistema penitenciario y las autoridades represivas del régimen; pero estábamos en presencia de una persona que había hecho una opción por una huelga de hambre y sed , decisión que lo llevaría a la muerte. Hoy nos ocupa la muerte de Soto García. Los antecedentes de enfermedades del opositor, la golpiza que le propinaron, el anuncio previo del opositor de que corría peligro y la muerte en 72 horas posteriores a la golpiza complica el escenario para que las argumentaciones médico legales sean establecidas. Aquí incluyo dos artículos muy interesantes, que bien deben tenerse en cuenta.
El primer artículo con el título de: “Sobre la muerte de Soto García – Reflexiones interesantes”; apareció publicado en el sito de Misceláneas de Cuba. Escrito por el Dr. Alejandro Telleria Díaz( foto a la izquierda) ; un médico con la suficiente calificación como para opinar como lo hace; el doctor se desempeña en el Servicio de Medicina Intensiva y Anestesiología en Hennenberg Klinken en Alemania. El doctor señala entre otros asuntos:
Soto García pudo fallecer como consecuencia de varios trastornos, pasando desde un infarto del miocardio (por el stress que significó la golpiza en un hombre ya enfermo) hasta la ruptura de una víscera con hemorragia interna no detectada a tiempo, o simplemente mal tratada. A lo mejor nunca se llegará a saber la verdadera causa de su muerte, lo que sí parece claro es que los testimonios ofrecidos por aquellos que nunca le dañarían (sus amigos y familiares), así como el escaso tiempo transcurrido entre su admisión hospitalaria y su fallecimiento, dejan muy poco lugar para una FMO como la causa de su muerte; dos días es un período de tiempo demasiado corto para el establecimiento pleno de una falla multiorgánica que dé al traste con la vida de un ser humano, para cualquier intensivista ese es un argumento difícil de tragar.
El gobierno de Cuba habría probablemente actuado de otra forma si no tuviesen nada que ocultar. Me temo que la muerte de este valeroso cubano seguirá siendo un enigma entre tanto no se realice una investigación transparente e independiente a la llevada a cabo por el gobierno actual de la isla.
Usted puede leer todo el artículo del Dr. Telleria Díaz haciendo CLIC AQUI
El otro artículo del colaborador en la Tunas, Cuba, de Diario de Cuba, Alberto Méndez Castelló, aparece con el título de: ¿Autopsia blanca en Santa Clara?.. Autopsia blanca es un concepto de patología forense muy sugestivo y el autor comienza con un afirmación impactante:
Por paradójico que parezca, el cadáver del disidente Juan Wilfredo Soto García no fue sometido a examen médico forense.
En el caso de Soto García, técnicamente el Gobierno ha notificado una autopsia blanca en la que no se han encontrado causas de muerte violenta. Pero la autopsia blanca es un arma de doble filo en las muertes imprevistas, si estamos hablando ajustados a derecho, pues puede sugerir, como en este caso, una muerte por inhibición en lugar de una muerte natural.
La muerte lenta como acepción forense tiene pocos asideros en el caso Soto García. En Medicina Legal, la muerte lenta se produce tras una enfermedad prolongada que va agotando las reservas de glucosa almacenadas en el hígado. Sabido es que en el páncreas se produce la insulina que limita la cantidad de glucosa en la sangre.
Puesto que ya se anunció una pancreatitis, ahora solo queda esperar un informe de laboratorio o del Gobierno notificando la disminución del glicógeno hepático en el fallecido, sustentando así la muerte natural. Pero, por ahora, redoblan las campanas por una presunta muerte por inhibición.
¿Es el caso Soto García escandaloso a la luz del Derecho Penal cubano? En honor a la verdad, no.
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