sábado, septiembre 27, 2008

Cuba cuenta con el mejor servicio médico del mundo.

Por: Fidel Castro Ruz.*
Meditando cuidadosamente y analizando en detalle la historia de las últimas décadas, llego a la conclusión, sin chovinismo alguno, de que Cuba cuenta con el mejor servicio médico del mundo, y es importante que tomemos conciencia de ello, ya que es punto de partida de lo que deseo exponer.
La base del mencionado éxito está en la red de policlínicos y consultorios establecida en todo el país, que sustituyó el desastroso y precario sistema de atención médica capitalista basada en la medicina privada, aunque la dura realidad había impuesto un número de centros mutualistas de atención médica. Para los más jóvenes aclaro que eran instituciones de carácter cooperativo donde por una contribución mensual, se prestaban esos servicios. Los miembros de mi familia recibíamos algunos por esa vía en un hospital situado en la lejana capital de la antigua provincia de Oriente. No recuerdo, sin embargo, a un solo obrero cañero o azucarero que pudiera formar parte de esa institución por carecer de recursos y no viajaban nunca a esa ciudad. Dondequiera que los principios del capitalismo reinan la sociedad retrocede, de ahí el cuidado extremo que debemos tener cada vez que el socialismo se vea obligado al uso de mecanismos capitalistas. Algunos se embriagan y enajenan soñando con los efectos de la droga del egoísmo individual como el único resorte capaz de mover a las personas.
La gran necesidad de especialistas médicos generó en esta rama el espíritu burgués de élite, al que se puso fin en Cuba definitivamente cuando la Revolución a lo largo de muchos años graduó cifras crecientes de médicos que debían renunciar al ejercicio privado de la profesión, y más tarde se convertían en especialistas mediante el estudio y la práctica sistemática, llegando a constituir una masa de profesionales bien calificados.
En la sociedad capitalista un reducido número de especialistas que tenían que ver con la salud y la vida se convertían en dioses. En ellos, como entre los educadores de alto nivel y demás profesiones que requieren de grandes dosis de conocimientos, no queda otra alternativa que cultivar a fondo el espíritu revolucionario. La experiencia ha demostrado que es posible, sobre todo en una actividad que tanto tiene que ver con la vida o la muerte.
Nuestra red de policlínicos abarca ciudades y campos de toda Cuba; fue creada en un proceso de desarrollo de centros de salud adaptados a las situaciones más variadas de nuestro territorio y sus habitantes.
En una ciudad como La Habana, la mayor del país, un ejemplo de la complejidad de la vida urbana , que por otra parte difiere a su vez de Santiago de Cuba, Holguín, Camagüey, Villa Clara o Pinar del Río, del mismo modo que estas difieren entre sí, cada policlínico atiende alrededor de 22 mil personas.
Después del triunfo del 1º de Enero de 1959 los ciudadanos de la capital saturaban el cuerpo de guardia del hospital, generalmente distante a muchas cuadras de su hogar, para recibir las atenciones que la Revolución les prestaba gratuitamente con los equipos entonces disponibles, y no asistían a los policlínicos recién creados, adonde con frecuencia eran enviados los médicos menos eficientes. Aprendieron más adelante a recibir esos servicios en el policlínico, cada vez mejor equipado y con médicos de creciente calidad y profesionalidad. Optaron finalmente por la mejor variante, ir en primer lugar al consultorio, donde los atendía un joven médico que se preparaba en cursos teóricos y prácticos de seis años diseñados con esmero por profesores eminentes. Más tarde continuaba estudiando hasta convertirse en especialista de Medicina General Integral. El policlínico lo apoyaba con sus laboratorios y equipos.
Un día, cuando visité uno de esos centros para comprobar su profesionalidad, pedí sin aviso previo alguno que me hicieran un examen de los parámetros vitales; fue uno de los mejores y más rápidos que vi en mi vida.
Ni un solo instante la Revolución abandonó el esfuerzo de reparar, adaptar o construir nuevos policlínicos y casas de consulta, mientras miles de estudiantes ingresaban y se graduaban en más de 20 facultades de ciencias médicas. Es una larga y fascinante experiencia.
En su actual concepción, un policlínico debe estar siempre listo para atender 10 servicios básicos: medios diagnósticos, urgencias médicas, estomatología, rehabilitación integral, salud materno-infantil, enfermería, clínico-quirúrgico, atención al adulto mayor, salud mental, higiene y epidemiología. Se concibió el sistema para prestar servicios en 32 especialidades, entre ellas las que deben atenderse a cualquier hora del día o de la noche, desde un dolor insoportable de muela hasta un infarto. Debe tener cuerpos de guardia, que acercan la atención médica urgente a los hogares de las familias.
*Periodista independiente cubano. Se desempeña como Bloguero desde hace cerca de dos años y sus escritos titulados “Reflexiones del compañero Fidel” aparecen en algunas páginas impresas y en la Red. Antes el autor se desempeñaba como Comandante en Jefe, Presidente de los Consejos de Estados y de Ministro y Primer Secretario del PCC en la Isla de Cuba entre otros cargos.
Como parte de nuestra intención de incluir en esta pagina todos los temas concernientes a la salud en Cuba, hemos considerado adecuado incluir estas opiniones.

martes, septiembre 23, 2008

Definición de la política Psiquiátrica de la Revolución.

Como hemos explicado, este valioso estudio del autor: Pedro Marqués de Armas, que con el título de: Psiquiatría para el nuevo Estado; algunos documentos; aparecieron publicados en el sitio Web: La Habana elegante. En esta parte del ensayo el autor nos presenta algunas consideraciones de cómo se fue diseñando una política psiquiátrica dentro de la Revolución, el texto es el siguiente:
Como es lógico, la política psiquiátrica de la Revolución no se definió de un día para otro. Los primeros proyectos nacionales eran de carácter liberal. En las "Proyecciones oficiales..." publicadas por la junta de la Sociedad de Neurología y Psiquiatría en mayo de 1959, se plantea crear dispensarios y hospitales provinciales, convertir a Mazorra en asilo de enfermos crónicos y, siempre de acuerdo con Código de Defensa Social, que así lo establecía, construir una clínica de conducta para adolescentes y un manicomio judicial. Todas las propuestas incluidas en el documento, tanto las institucionales como otras de carácter docente, habían madurado en las últimas décadas, y eran bastante conocidas. Otro objetivo, llegar a una cama por cada 1000 habitantes, respondía a normativas recientes de la OMS.
Del mismo modo el "Plan…" publicado en septiembre en la Revista del Hospital Psiquiátrico, que tuvo más apoyo del Gobierno y del Ministerio de Salubridad, había sido elaborado años antes como parte de las funciones de su autor, Julio Reymondez, al frente de la Liga de Higiene Mental. Este pide la construcción de dos hospitales "semejantes, aunque más pequeños" (se refiere a Mazorra), clínicas para niños psicóticos, una red de dispensarios a extender por todo el país, y un centro de investigaciones del cerebro. Reymondez señala además la necesidad de incidir sobre el alcoholismo, la delincuencia juvenil, el divorcio, la prostitución y la homosexualidad.
En fin, ambos proyectos cifraban sus esperanzas en la "honestidad del nuevo gobierno", pero eran autónomos en sus demandas. Se menciona, por otra parte, la "paradoja" de que Cuba contase con una "promoción psiquiátrica comparable por su capacidad con la de cualquier país del mundo", mientras la asistencia "oficial era de las más pobres”. En esto había amplio consenso: Mazorra era sin duda, como en el famoso reportaje de Bohemia, una “vergüenza nacional”. Pero en lo adelante se exaltará únicamente lo segundo, y se desconocerá lo primero: que el nivel teórico tuvo en los cincuenta su mejor momento, aunque en general por debajo de Argentina y de México.
Fue en 1960 que comienzan a producirse cambios en la misma dirección de una política de Estado que se radicaliza. En enero, durante II Congreso Nacional de la disciplina, un nuevo modelo de asistencia psiquiátrica, propuesto por José A. Argaín Ros, es elevado al Gobierno. Se trata de promover, en correspondencia con “las transformaciones que la Revolución viene desarrollando” (…) “una higiene mental colectiva, popular y social” en la que propio pueblo participe (“línea de masas”). Argaín Ros, por entonces señalado como miembro del G-2, propone entre otras medidas reformar la legislación vigente sobre enfermedades mentales y llevar la asistencia a zonas rurales para erradicar el curanderismo, el espiritismo y la brujería. (Prácticas de largo arraigo en la cultura cubana y diferentes entre ellas, fueron en efecto metidas en el mismo saco y declaradas ilegales; por ejemplo en 1966 fue intervenida la Clínica del Alma, alternativa, durante décadas, tanto de la costosa asistencia privada como de la oficial.)
Otros cambios en este sentido son los que se muestran, también en enero de 1960, en la Junta de Gobierno de la Sociedad de Psiquiatría, donde los psiquiatras más comprometidos desplazan a los de tendencias liberales. Asimismo, los que tiene lugar en la Cátedra como resultado de las posiciones asumidas en torno a la reforma universitaria, en particular durante el cisma de julio, y que se traducen en la separación de sus cargos docentes de los profesores Rodolfo J. Guiral (titular) y Luis Viamonte Cuervo (auxiliar), así como del catedrático de medicina forense Esteban Valdés Castillo, por mucho tiempo ligado a la especialidad.
A ello se suma la designación al año siguiente del psiquiatra marxista Diego González Martín, reflexólogo destacado y crítico feroz del psicoanálisis, como Coordinador Nacional de Psiquiatría, esto es, responsable de la disciplina a nivel ministerial. Es entonces que se publica Psicología (de Smirnov, Leontiev, Rubinstein y Tieplov), traducido por el psiquiatra español Florencio Villa Landa, republicano que completó sus estudios en la URSS, donde se exiliara tras la llegada de Franco al poder, y ahora radicado en Cuba. Será el primero de una larga serie de títulos que divulgarán las teorías de Pavlov y Anojin y el consecuente enfoque materialista… Al mismo tiempo, se toma el acuerdo, entre el Ministerio de Salud y la dirección del Hospital Psiquiátrico, de solicitar que dos profesores soviéticos dicten un “curso de perfeccionamiento”, a fin de introducir la “concepción reflexológica” y para “contrarrestar” la formación de los psiquiatras cubanos, “basada en distintas escuelas idealistas”.
Estas conferencias, impartidas por I. T. Victorov y por D. W. Isaiev y más tarde recogidas en libros, no comenzaron hasta 1963. Entre tanto se efectúan otros cambios no menos radicales: clausura de Archivos de la Sociedad Cubana de Psiquiatría y Neurología, publicados con regularidad desde 1946; reaparición en enero de 1962 de la Revista del Hospital Psiquiátrico de La Habana (ahora de gran tirada), con un editorial que ensalza partidariamente el tratamiento por medios químicos; viaje a la URSS de una comisión integrada por Bernabé Ordaz, Leopoldo Araujo, Armando de Córdova, J. Abdo Canasí y José A. Bustamante para adquirir nuevas experiencias; ajustes en los planes de estudios que incluyen ahora a la psicología médica como asignatura, y a propósito de lo cual se orienta la traducción el manual de Semionov, etc.
Así que cuando se declare a mediados de 1963, en una mesa redonda celebrada en el Hospital Psiquiátrico, y en el curso de las conferencias dictadas por Victorov e Isaiev, a la reflexología pavloviana como doctrina oficial de la psiquiatría en Cuba (ver Anexo), ya había progresado notoriamente su sovietización.
Información relacionada: Prevención y asistencia psiquiátrica en Cuba.

miércoles, septiembre 17, 2008

Limite Humano: Un programa de asistencia humanitaria en Cuba.

PROGRAMA DE ASISTENCIA HUMANITARIA.
Quienes hemos decidido reunirnos en torno a, o apoyar al proyecto Límite Humano, y más concretamente a este modesto Programa de Asistencia Humanitaria, concebido por el Centro de Salud y Derechos Humanos Juan Bruno Zayas, y conectado al programa de igual naturaleza que anima el Partido Solidaridad Democrática, partimos de la evaluación de la situación social y económica creada para cientos de miles de cubanos en todo el país, tras el paso de los huracanes Gustav e Ike.
Como se conoce, la situación es realmente desastrosa. Su magnitud demanda declarar zonas de catástrofe algunos de los lugares más devastados, y abrir al país a la ayuda internacional de emergencia. Esto no ha sido así, aunque un número creciente de países e instituciones ha venido ofreciendo ayuda a los cubanos. Les damos nuestro agradecimiento, al tiempo que reconocemos la diligencia de las autoridades de Cuba a la hora de evacuar a los pobladores de las zonas más vulnerables, y le saludamos al aceptar, por primera vez, la ayuda ofrecida por Naciones Unidas. Quizá una señal de la crisis humanitaria que se avecina.
Es claro, sin embargo, que el gobierno cubano no ha actuado con toda la sensibilidad humanitaria que demanda la situación creada, cuando no convoca a toda la comunidad internacional, como hizo el gobierno de Haití, y cuando se niega a recibir ayuda del gobierno de los Estados Unidos con el pretexto de un embargo comercial que no le impide, por otra parte, hacer compras en ese mismo país de una gran parte de los alimentos necesarios para Cuba. Ante un desastre de semejante profundidad, inédito para la mayoría de las generaciones vivas, las consideraciones políticas o ideológicas deberían desaparecer de inmediato, para dar paso a la generosidad humanitaria que vienen ofreciendo gobiernos, personas e instituciones espantados por el difícil y complejo cuadro que se ha creado para gente indefensa. Esa actitud del gobierno está y puede estar alejando ayuda necesaria para cualquier cubano o cubana, en cualquier lugar de un país ahora siniestrado.
Al trabajar en este Programa conjuntamente, estamos sumándonos a esa labor humanitaria para ponernos al lado de todos los cubanos, ayudarles y cooperar con los más necesitados en la tarea más compleja de la recuperación. Una recuperación que será difícil porque Gustav e Ike ponen al desnudo la precariedad de Cuba como país. Ya no se trata solo de las pérdidas económicas globales o individuales, sino de nuestra capacidad estructural para ofrecer alimento y hogar seguro y confortable a los cubanos. No sería exagerado decir, en este sentido, que Cuba es técnicamente inhabitable, porque el nivel más importante de nuestra seguridad colectiva, que es el de contar con viviendas seguras, está destruido. Algo que pone a la orden del día la urgencia de un serio programa de reconstrucción física de nuestras comunidades.
La constatación es aterradora y resalta claramente la necesidad de que los ciudadanos cubanos comencemos a tomar nuestros destinos en nuestras manos. Hay una relación directamente proporcional entre nuestra sujeción y dependencia del Estado y nuestra incapacidad para afrontar los golpes de las contingencias naturales y recuperarnos en el menor tiempo posible y de manera segura y permanente. Por eso Límite Humano y este Programa están concebidos como proyectos de autoayuda ciudadana que activen y al mismo tiempo capaciten moral y psicológicamente a los ciudadanos para encontrar soluciones frente a los devastadores reacomodos de la naturaleza, de los que por cierto somos también corresponsables.
Es evidente que en estos momentos los cubanos necesitamos ayuda de todo el que quiera y pueda ayudarnos. Este Programa está naciendo precisamente para crear redes de autoayuda entre los cubanos, dentro de Cuba, con quienes puedan cooperar con sus compatriotas más necesitados. Nacemos contando con nuestros propios recursos, como modo, también, de despertar nuestro sentido de responsabilidad con nuestras propias vidas. Al mismo tiempo, a través de este Programa, estamos dispuestos a recibir y canalizar hacia las zonas devastadas la ayuda que cubanos en el exterior, personas de cualquier parte del mundo o instituciones no gubernamentales estén dispuestas a enviar para aliviar la situación de cientos de miles de nuestros compatriotas.
Estos miles de cubanos no se niegan a esta ayuda. Algunos de nosotros hemos estado en diversos lugares y el cuadro humano más visible es desolador. Por eso anudaremos nuestros esfuerzos en dirección al desafío más importante ahora: contribuir a aliviar vidas humanas concretas, creando una Canasta Humanitaria. Optar por el camino más sencillo que es el de criticar al gobierno, algo relativamente simple, no es el más recomendable en estos momentos. Nos ponemos en este minuto del lado y solo del lado de la gente necesitada para ofrecer nuestra contribución. Razón por la que algunas de las organizaciones que apoyamos este Programa de Asistencia Humanitaria nos convertiremos en voluntarios de Límite Humano, invitando a que se nos unan todos los ciudadanos que quieran y puedan poner su sensibilidad al servicio de los demás.
Esperamos desde luego que las autoridades no interfieran con esta labor. Límite Humano y este Programa de Asistencia Humanitaria ponen por delante aquella divisa: Aliviar vidas humanas concretas.
Finalmente, esperamos e instamos a las dos instituciones más fuertes y reconocidas de Cuba, el Estado y la Iglesia Católica, a que consideren a la situación actual como de emergencia nacional, por las múltiples zonas de catástrofe dejadas al paso de estos huracanes, y a que soliciten, en consecuencia, ayuda internacional en la mayor envergadura posible.
Organizaciones que copatrocinan este Programa de Asistencia Humanitaria: Centro de Salud y Derechos Humanos Juan Bruno Zayas , Cuba barómetro: Encuestadora Nacional ,Partido Solidaridad Democrática, Comité Ciudadanos por la Integración Racial ,Grupo Mediático Consenso, Partido Arco Progresista
*Centro de Salud y Derechos Humanos “Juan Bruno Zayas”. Ciudad de la Habana, Cuba. E-mail: darsiferrer@yahoo.com

lunes, septiembre 08, 2008

Acción inmediata en la Red para informar, promover y canalizar la ayuda a los damnificados en Cuba al margen de la manipulación política.

Después del paso del Huracán Gustav que provocó un verdadero desastre en las provincias occidentales de Cuba y la Isla de la Juventud y el azote en estos momentos del Huracán Ike, que según todos los pronósticos, pasará a través de toda la Isla; se hace apremiante que todos los cubanos, de dentro y fuera de la Isla y que de una forma u otra tenemos acceso a la Red, esto es a Internet, desarrollemos una fuerte y rápida campaña de Solidaridad con nuestros hermanos de la Isla.
Debemos de superar de inmediato las especulaciones políticas en torno a la ayuda humanitaria que se debe de prestar, dejar a un lado la polémica estéril, el abandono y el cinismo e incluso la innecesarias recogidas de firmas. Debemos sumarnos a un esfuerzo colectivo para dar a conocer la tragedia y brindar información de cómo podemos ayudar , mediante mecanismos que promuevan la ayuda de persona a persona utilizando aquellas organizaciones que llevan mucho tiempo funcionando y que tienen una probada experiencia y merecido prestigio en la canalización y entrega de ayuda humanitaria a Cuba.
Siempre hay más de una vía para ayudar a nuestros hermanos cubanos, ya sea mediante gestiones personales, envíos directos, utilización de viajeros y sobre todo: poner nuestras donaciones en manos de organizaciones humanitarias no vinculadas con el régimen, que siempre han hecho llegar la ayuda a Cuba de forma expedita.
Pero sobre todo estamos pidiendo a todos aquellos administradores de páginas Webs, Blogueros, o personas que frecuentemente diseminan información mediante correos electrónicos a que se sumen a este empeño, informando sobre las vías y procedimientos para ayudar a los que ahora son los más menesterosos.
En estas informaciones debemos ir incluyendo organizaciones que se destacan por ayudar a los cubanos e ir añadiendo las que ustedes vayan recomendando.
Infórmese, comuníquese, done. Aquí algunas organizaciones:
Jewish Solidarity
100 Beacom Boulevard
Miami, Fl 33135
Nota: en el memo debe escribirse: Ayuda Humanitaria.
The Dubois Charitable Foundation
686681 Hwy #2
RR#1
Princeton, Ontario
N0J 1V0
Solidaridad Española con Cuba.
Participatory Democracy Cultural Initiative, Inc., Madrid-Caracas-Miami, democraciaparticipativa.net. Pueden dirigir sus cheques o Money Orders (giros) en Dólares de los Estados Unidos, a nombre de DemocraciaParticipativa.net a 2150 SW 123 AVE., Miami, FL 33175. Los que tengan dirección en Europa, pueden dirigirlos en Euros a Ernesto Ortiz, Cerrillo de la Cruz 22, 14548 Montalbán de Córdoba, Córdoba, España. Estos donativos deben estar claramente señalados "Para la ayuda humanitaria a Cuba", a fin de no confundir estos aportes con otros donativos que recibimos habitualmente.
¿Conoce usted alguna otra organización que se pueda agregar a esta lista?
Si Usted conoce alguna otra organización que provea ayuda humanitaria a Cuba, por favor envíe los datos cuanto antes a: cubanmedicine@yahoo.com
Súmese a esta acción solidaria incluyendo esta información en su página o Blog ó enviándola por correo electrónico. Hagan posible y efectiva la Solidaridad.
El Editor
Medicina Cubana Blog
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jueves, septiembre 04, 2008

Prevención y asistencia Psiquiátrica en Cuba. La II Conferencia Nacional de instituciones Psiquiátricas.

Con el titulo: “Psiquiatría para un nuevo estado”, encontramos en la Red un extenso artículo y selección de algunos documentos de Pedro Marques de Armas. No teniendo referencias algunas, el texto aparece en la página digital La Habana Elegante. Consiste en un excelente análisis introductorio de la Psiquiatría en Cuba en los 60’s, con datos únicos e interesantes. Siendo un texto con una nota introductoria y algunos documentos; consideramos de mucho interés incluir estos en una serie de post en nuestro Blog. Todos los créditos de estos post son del autor y de la página donde originalmente aparecieron.
En una primera entrega le ofrecemos la primera parte de la introducción. (El Editor)
Psiquiatría para el nuevo Estado; algunos documentos.
Por: Pedro Marqués de Armas.
Selección e introducción (1)
Entre el 31 de mayo y el 2 de abril de 1963, se celebró en La Habana la II Conferencia Nacional de Instituciones Psiquiátricas. Convocada por el Ministerio de Salud y por los servicios médicos del MININT, el propósito era sentar las bases de la prevención y la asistencia psiquiátrica en Cuba, en estrecho vínculo con los órganos de la Seguridad del Estado. A estas alturas se habían modificados varios artículos del Código de Defensa Social, en particular en lo concerniente a la noción de individuo peligroso, por lo que además de asegurar la clásica alianza entre psiquiatras y juristas (lograda durante la República y por sí sola virtualmente terrible), se pretendía fortalecer el consenso entre ésta y el nuevo poder revolucionario.
El carácter si se quiere tardío de este evento, donde hay desde el estupor frente a las leyes de última hora hasta el simulacro y la caricatura, remite lo mismo a un pasado reciente "no exento de errores" que a un futuro cercano que tendrá en las Unidades Militares de Ayuda a la Producción (UMAP) su próxima pero no última expresión. Como en foto que toma por sorpresa a los actores durante el ensayo, se asiste a ese momento en que la Babel psiquiátrica es forzada a hablar una misma lengua; esto es, al devenir ideológico de la que fue hasta 1960 una institución como otra cualquiera, donde “psicogenetistas” y “organicistas” se enfrentaron a menudo con pasión, pero respetando las reglas del juego.
Justo al término del primero de estos de encuentros, realizado un año antes para "conciliar tendencias aparentemente irreconciliables y enfrentar el sectarismo revolucionario y científico", la Gaceta Oficial publicó un decreto que permitía al MININT declarar el estado peligroso sin necesidad de asesoramiento psiquiátrico, y bastando con la declaración de algún miembro de la CTC, la FMC, o el CDR. Por supuesto, el documento llega luego de varias redadas policiales, como la de los días previos a la invasión de Bahía de Cochinos, cuando 20 000 personas fueron arrestadas; la de Matanzas durante el verano; o la del 11 de octubre del mismo año contra pederastas, prostitutas y proxenetas (“la noche de las tres p”).
En todas estas razias se hizo un uso extenso de la llamada peligrosidad predelictiva (predelincuencia en el nuevo argot), sin que se requiriese el aún vigente "asesoramiento", formalismo introducido en la legislación en 1940, y que los psiquiatras tenían como una de sus conquistas. Fue para calzarlas que se decretaron las leyes 992 y 993 de 19 de noviembre de 1961, la primera anunciando que "el avance de la Revolución” permitía “crear nuevos métodos dirigidos a reeducar y rehabilitar delincuentes", y la segunda autorizando al Consejo de Defensa Social (ya incorporado al MININT) a adoptar medidas en el menor plazo.
Es después de derrotada la invasión de Bahía de Cochinos que se recrudece el hostigamiento de los sectores marginados, a quienes se les acusa de robar en las casas de los opositores políticos, curiosamente cuando se borran las fronteras entre contrarrevolución y delincuencia común. René Dumont recuerda en Cuba: socialismo y desarrollo que el término "lumpemproletariado" se empleó para designar "a los que no querían trabajar ni respetar las leyes revolucionarias", y relata que tras un discurso de Fidel Castro contra el "parasitismo social" se usó la poca cerveza que quedaba como "isca eficaz" para tenderles una trampa: "Cuando comenzaban a entregarla en los bares, la noticia se regaba rápidamente por la ciudad y los desocupados eran los primeros en aparecer. Eran entonces seguidos por un carro de policía y aquellos que no mostrasen un empleo regular eran enviados a trabajar a las granjas. Almorcé con un grupo de estos lumpen en el comedor de una plantación de palmeras en Las Villas, donde fueron concentrados unos 1800 (...) Los que se entregaban decididamente al trabajo tenían la posibilidad de ser rehabilitados, pero los reincidentes, en contrapartida, eran deportados para los Cayos, pequeñas islas donde el régimen de trabajo era bastante más duro y de donde era imposible escapar".
Esta indistinción entre vagancia y oposición a las leyes socialistas, expuesta en tono campechano por el agrónomo francés, quien prefería por cierto las granjas a las cárceles, sirvió para legitimar el secuestro y multiplicar los dispositivos disciplinarios --esto es, una invención liberal dirigida a los cuerpos individualmente--, ahora en las condiciones de fuerza de un régimen totalitario. Lo mismo ocurre en cuanto al control de la población, marcada por supuestos vicios y taras del pasado, y que entra de lleno en los cálculos de una economía de Estado. Se escucha entonces el término “salud psicopolítica”, que equivale según claro rasero biológico a deslindar entre “el pueblo sano y trabajador” y "los gusanos y lacras sociales”: deriva-animal que potencia el eugenismo de siempre, desde la liquidación del enemigo de clase (condenado por la historia a desaparecer) hasta el cultivo del Hombre Nuevo.