jueves, noviembre 22, 2007

Cuba: Paludismo en el centro de la Isla.

Realizan reuniones por propagacion del Paludismo en Villaclara.
Por: Guillermo Fariñas.*
SANTA CLARA, Cuba 20 de noviembre. Los vecinos de la ciudad de Santa Clara provincia de Villa Clara, han recibido varias reuniones preventivas, desde el 12 de noviembre último, para informarlos sobre la propagación de una epidemia de paludismo en el territorio.
Según Idania Yánez Contreras, directora de la Biblioteca Independiente “Eusebio Peñalver Mazorra”, los Comités de Defensa de la Revolución hacen conversatorios en cada cuadra vecinal, en los mismos describen los síntomas de la enfermedad palúdica y la necesidad de ser atendido con rapidez por un médico, para que esta no resulte mortal.
En contraste con esta manera racional de conducirse, los órganos de difusión masiva tanto radiales, televisivos o prensa plana de la provincia o los municipios, mantienen un hermético silencio en cuanto a los saldos patológicos o mortales de esta enfermedad. Para no crear pánico dentro de la población justifican altos funcionarios del gobierno.
“Han fallecido dos niños en el Hospital Pediátrico “José Luís Miranda” de la capital provincial, la orientación del Dr. Isidoro Padilla, quien funge como jefe de Hospitales y Policlínicos del Sectorial Provincial de Salud, es que no puede ser conocido bajo ningún concepto por la población”, informó una fuente anónima, que colabora con el Colegio Médico de Villa Clara y labora en el Centro Provincial de Higiene y Epidemiología.
El Licenciado en Biología Alejandro Rodríguez, quien esta al frente de las Brigadas Antivectoriales, cuando fue abordado por este reportero sobre la magnitud de la propagación del paludismo dentro de los santaclareños y los villaclareños, le expresó a este reportero: “Nada te puedo decir y por favor no me hagas más preguntas, porque sino pierdo mi trabajo”.
La fiebre palúdica se caracteriza por fiebres altas, vómitos, trastornos renales, temblores y escalofríos. Ya había sido eliminada dentro de Cuba desde hace cerca de 3 décadas. Y alegaron fuentes clínicas, que pidieron no ser identificadas, que su incidencia va en aumento, por la falta de higiene dentro de las ciudades. Lo que incluye el estiércol de equinos usados como medios de transporte.
* Periodista Independiente cubano. Agencia Cubanacan Press.

sábado, noviembre 17, 2007

Crueldad y negligencia médica en las cárceles cubanas.

Las cárceles cubanas, el lugar donde no llega la “Operación Milagro”, donde el quehacer humanitario de los médicos y enfermeras se convierten en torturas y vejámenes. Lean la información.

Muere reo por crueldad y negligencia médica.
Por : Adalberto Ramos Monteagudo. *
La Habana, Cuba -- Yosbani Almeida Roque, alias “El Calvo”, murió el día 3 de septiembre de 2007 en el hospital Miguel Enrique, luego de haber estado ingresado durante 9 meses en el Hospital Nacional de Reclusos, en La Habana, Cuba, lugar en el cual padeció todo tipo de violaciones a sus derechos como recluso y a los más elementales derechos humanos.

Ofensas, maltratos, comentarios injustos sobre su padecimiento, dudas sobre su enfermedad e inyecciones de agua administradas por la enfermera de terapia, Norelis, quien quería hacer creer que Yosbani se encontraba fingiendo su enfermedad, fueron suficientes para apagar la vida de este recluso que ingresó al Hospital por un fuerte ataque de asma.

A pesar de sus constantes dolores, de sus permanentes quejas, de la pérdida de la visión, de la inmovilidad de una de sus piernas, de las convulsiones casi a diario, del constante vómito siempre que tomaba o comía algo y de su fiebre alta, Chape, su médico de cabecera y el equipo de enfermeras del mencionado hospital, no hicieron nada por trasladar al reo a un hospital especializado.El tan esperado traslado llegó el día 31 de agosto del 2007, cuando ya desafiaba la muerte y aun así no fueron capaces de hacer lo necesario para que Yosbani Almeida Roque pasara los últimos días de su vida acompañado por su anciana madre, quien lo visitaba dos veces a la semana viajando desde la provincia de Matanzas.

Esta es la Potencia Médica de la que tanto alardea Fidel Castro y con la que contamos los reclusos en la isla

Llegue a los familiares y amigos de esta nueva víctima de la dictadura castrista nuestras más sinceras condolencias.

* Desde el Hospital Nacional de Reclusos en Ciudad de La Habana, Cuba, a los 18 días del mes de septiembre de 2007, Adalberto Ramos Monteagudo, preso político adscrito al Partido Pro Derechos Humanos de Cuba, afiliado a la Fundación Andrei Sajarov.

domingo, noviembre 11, 2007

Instituto de Ciencias Básicas y Preclinicas.


La celebración de la II Convención Nacional de Ciencias Básicas Biomédicas ratifica la relevancia del Instituto de Ciencias Básicas y Preclínicas “Victoria de Girón” (ICBP), a 45 años de su fundación un 17 de octubre, de 1962.
Por sus aulas han transitado más de 50 700 estudiantes, alrededor del 63 por ciento de todos los profesionales de la salud graduados desde el triunfo revolucionario hasta hoy.
Con un claustro de 254 profesores y 27 investigadores, incorporados a los programas de postgrado —diplomados, maestrías, entrenamientos, cursos teórico-prácticos y doctorados—, el ICBP también desarrolla investigaciones en temas de biomedicina e inmunología, que incluyen la asistencia especializada a la población.
Foto del ICBP en Ciudad de la Habana, Cuba.

lunes, noviembre 05, 2007

DR. OSCAR ELIAS BISCET: Un sueño cubano

p
Por Mary Anastasia O'Grady.*

"..Mi sufrimiento es mucho, mucho menor desde que empecé a perseguir mi sueño de ser libre, pero no sólo para mí personalmente. Si pensara sólo en mí mismo, sabes que habría estado en libertad desde hace mucho tiempo, y me habría deshecho de estas inquietantes ansiedades.. ." Dr Oscar E Biscet
El médico cubano Óscar Elías Biscet y otras siete personas recibirán hoy la medalla presidencial de la libertad de parte de George Bush en una ceremonia en la Casa Blanca. Pero Biscet no estará para aceptar el honor en persona. Actualmente, como la mayoría del tiempo de los últimos años, el médico permanece encerrado en una celda en la paradisíaca isla de Castro.
Puede que a muchos estadounidenses les parezca cosa del pasado las escalofriantes historias de los gulags totalitarios. Algo que sucedió en su día durante los oscuros experimentos en la Europa del siglo 20 con el fascismo, comunismo y nazismo. Sin embargo en Cuba, los gulags y el sufrimiento que traen no han llegado a su fin. La medalla de Biscet sirve para recordarnos este hecho. Al resaltar la importancia de su lucha por una Cuba libre, la condecoración también pone de manifiesto lo que constituye el mayor temor del régimen. No son las pistolas y tanques de cualquier invasor imperial sino la fe, el coraje y el inconformismo entre la propia gente del país.
Biscet, de 46 años, es un renombrado pacifista y un cristiano devoto. El médico ha dicho que se siente inspirado por ejemplos como Martin Luther King, Gandhi y el Dalai Lama. Si sabemos esto sobre su vida es gracias a la Coalición de Mujeres Cubano-Americanas, que dice que documenta todos los hechos que publica sobre prisioneros políticos mediante testimonios reales provenientes de Cuba.
Durante los más de 10 años que ejerció como médico en los hospitales cubanos, Biscet empezó a preocuparse cada vez más por las prácticas abortivas del gobierno. En 1998, cuando trabajaba en un hospital en La Habana, corrió el riesgo de involucrarse en un estudio clandestino sobre la administració n de un medicamento llamado rivanol, que provocaba el aborto en casos de embarazo avanzado. La droga se utilizaba con frecuencia, especialmente en niñas de apenas 12 años, que, forzadas a dejar sus casas y padres para ir a trabajar a zonas rurales como parte de su educación, a menudo se "metían en problemas".
El estudio concluyó que el rivanol resultaba muchas veces en partos de fetos que nacían vivos. Lo que ocurría a continuación horrorizaba a Biscet, quien después escribió que "se cortaba el cordón umbilical y que se dejaban a las criaturas sangrar hasta la muerte o se envolvían en papel para asfixiarlos" .
Como consecuencia de su oposición a estas prácticas abortivas, perdió su trabajo, su familia perdió su casa y el gobierno de Castro envió unos matones para que le pegaran una paliza. Pero la intimidación no dio resultado. En aquel entonces ya estaba activamente comprometido con la resistencia contra el régimen y, tal como ha dejado escrito, su conciencia no le dejaba dar marcha atrás. Aquellos familiares con la obra de Biscet dicen que fue un elemento clave en propagar la importancia y significado que tuvo la visita del Papa a Cuba en 1998. El régimen tomó nota. Biscet se convirtió en uno de los pocos disidentes que Fidel Castro ha llegado a atacar por nombre propio en un discurso a la nación. "Prueba que Biscet realmente irritaba a Castro", me dijo un defensor de una Cuba democrática.
Entre julio de 1998 y noviembre de 1999, Biscet fue encarcelado arbitrariamente en 26 ocasiones. Durante esas detenciones, fue retenido durante días en celdas sin ventanas o colocado en áreas dedicadas a los criminales violentos o mentalmente enfermos. En febrero de 2000 fue juzgado y sentenciado a tres años de cárcel por organizar una conferencia de prensa para anunciar una marcha pacifista durante la Cumbre Ibero-Americana en La Habana en 1999. En el telón de fondo de la conferencia había dos banderas cubanas colgadas al revés, como símbolo de protesta contra el gobierno por su violación de los derechos humanos. En su segundo juicio, fue condenado por "deshonrar los símbolos nacionales, desorden público y por incitar comportamiento delictivo". Fue enviado a una prisión de máxima seguridad a unos 725 kilómetros al este de la capital cubana, dificultando así las visitas familiares.
El sistema de prisión por motivos políticos no sólo está estructurado para castigar la disensión, sino también para forzar la "rehabilitació n" del preso. Los cautivos que se rinden, admiten el error de sus ideas políticas y suplican perdón, a veces consiguen salir de la cárcel. Pero Biscet no es uno de esos prisioneros. Mientras cumplía su sentencia de tres años, incrementó la intensidad de su resistencia, llevando a cabo huelgas de hambre y exhortando la liberación de los prisioneros políticos. El régimen respondió colocándolo de nuevo en régimen de aislamiento o entre reclusos peligrosos. Le denegaron las visitas y el tratamiento médico y le confiscaron su biblia.
A finales de octubre de 2002, Biscet fue puesto en libertad para luego volver a ser arrestado 36 días después cuando se estaba preparando para reunirse con otros defensores cubanos de los derechos humanos. En abril de 2003, fue sentenciado en un juicio sumario junto a otras 75 personas que fueron arrestadas en la ahora famosa operación de marzo de 2003 contra la disensión. Biscet recibió una sentencia de 25 años por "actuar como un mercenario de un estado extranjero". La Coalición reporta que entre noviembre de 2003 y enero de 2004 Biscet fue retenido en una celda subterránea como un criminal convencional y que perdió unos 20 kilos.
El tiempo que ha pasado en solitario tampoco ha sido menos inhumano. En su descripción de la celda, el médico cuenta que era de dos metros cuadrados y que no tenía ni agua ni ventanas. Un agujero en el suelo servía de sanitario y estaba lleno de bichos. Una de sus reclusiones en ese espacio duró 42 días. Biscet dice que el "gobierno cubano me ha torturado durante ocho años, tratando de volverme loco". Tal vez lo más doloroso para el preso es que su esposa ha sido despedida de su trabajo como enfermera y es continuamente hostigada por el Estado.
Biscet dice que el régimen le ha ofrecido la libertad si accede irse de Cuba. Pero él se niega. En una carta de abril de 2007 a su esposa Elsa le explica la razón: "Mi sufrimiento es mucho, mucho menor desde que empecé a perseguir mi sueño de ser libre, pero no sólo para mí personalmente. Si pensara sólo en mí mismo, sabes que habría estado en libertad desde hace mucho tiempo, y me habría deshecho de estas inquietantes ansiedades. Pero quiero ver al hijo de mi amigo, al hijo de mi adversaria y a cualquier ciudadano reírse felizmente por la satisfacción en sus vidas y disfrutando de la riqueza de la libertad porque es la única manera en que el talento humano alcanza su máximo esplendor... "
Leyendo estas palabras, me parece difícil pensar en alguien que más merecedor de ganar la medalla.
* Cuba en el Mundo - Artículos .WSJ/Noticuba Internacional .Lunes, 5 de noviembre del 2007
Foto: Dr Biscet con su esposa en tiempos felices.